«¿Madre no hay más que una? Con dos hijos adoptados no es una pregunta fácil de responder»

«No puede estar más de un mes sin ver a sus nietos»

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Mayte Penelas Meléndez es científica titular en la Escuela de Estudios Árabes (EEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su madre vive en Madrid, así que su relación «se centra especialmente en mis hijos. Mi madre suele venir con frecuencia a Granada pero no para visitarme a mí sino porque no puede estar más de un mes sin ver a sus nietos. Como buena abuela, los malcría demasiado –es difícil hacerle entender los perjuicios de los aparatos electrónicos, de los dulces…– y esto es, a veces, motivo de discusión. Pero siempre está dispuesta a tomar el autobús para venir a Granada cuando la necesitamos, algo que nunca le agradeceré bastante». Sobre si madre no hay más que una, la madre responde que «no necesariamente, pero para mí sí». Su nombre era Eugenia. La respuesta de Mayte es para tomar nota: Teniendo dos hijos adoptados no es una pregunta fácil de responder para mí.

«Esta ciudad debió de gustarme porque llevo ya aquí más tiempo que en Madrid»

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La madre nació en Madrid en 1940. Me casé con casi 30 años y tengo dos hijas. Después de cursar lo que ahora serían primaria y secundaria estudié en el Centro de Instrucción Comercial de Madrid. Uno de los profesores, que era secretario general de la Federación Española de Tiro con Arco, me ofreció un puesto como secretaria. Allí trabajé hasta que me quedé embarazada de mi segunda hija. Desde entonces trabajé cuidando de mi casa y mi familia (incluidos mis padres y mi sobrina Belén). Mayte también nació en Madrid, en 1970. «Estudié Filología árabe en la Universidad Complutense. En 1994 vine a Granada a hacer la tesis; esta ciudad debió de gustarme porque llevo ya aquí más tiempo que en Madrid. En 2003 saqué la plaza de científica titular en la EEA, CSIC, y desde septiembre de 2017 soy la directora de este centro de investigación. Tengo dos hijos: Olaya Shuying, de 9 años, y Alonso Hanliang, de 6».

«Tengo demasiados frentes abiertos»

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Mª Jesús, respecto al futuro, tiene claro que «a mi edad, estar lo más tranquila posible y con mis nietos el mayor tiempo posible. Como las dos cosas suelen ser incompatibles (mis nietos no son precisamente tranquilos), me quedo sin dudar con la segunda mientras pueda aguantar su ritmo». Mayte, por su parte, reconoce que «en el trabajo tengo demasiados frentes abiertos… y no veo el momento de ir cerrando alguno. Espero que a finales de este año se publique un libro en el que llevo trabajando mucho tiempo. Fuera del trabajo, preparar el viaje que haremos a Rumanía en vacaciones y el 'importantísimo' paso de mi hijo pequeño a primaria».

«España es un país muy machista»

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«En España es fundamental porque ha sido, y es, un país muy machista», describe la madre. «Aún queda mucho por hacer para conseguir la igualdad total con el hombre, pero no es comparable con la época en que yo fui joven. Por ejemplo, cuando me ofrecieron trabajo como secretaria en la federación mi padre se negó rotundamente (y eso que me estaba pagando él los estudios), pero yo me rebelé (era la primera vez que lo hacía; tenía cerca de 25 años)». Mayte asiente:«Por desgracia, todavía sigue siendo muy necesaria. Personalmente nunca he sentido que lo haya tenido más difícil por ser mujer, pero soy consciente de que esto, hoy en día e incomprensiblemente, no se puede dar por sentado. Incluso hay quienes parecen añorar épocas pasadas y pretenden cercenar parte de los derechos conseguidos».

«Mis dos viajes más importantes han sido los que hice a China»

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Yahora, los veranos y lugares preferidos. María Jesús lo tiene claro:«Mi lugar favorito ahora mismo es Granada, porque es donde viven mis nietos. Y mi viaje favorito, voy a decir dos. El que hice a China en 2015 para recoger a mi nieto Alonso y el que hicimos a Disneyland París hace dos años». Para Mayte, su lugar favorito es Castro de Rei, un pueblo de la provincia de Lugo. «Allí nació mi padre y allí pasé las vacaciones cuando era niña. Ahora, mientras me dejen, me gusta ir con mi familia algunos días en verano». Además, confiesa que viaja «bastante y de todos los sitios me he traído algo especial (no me refiero a algo material porque no soy de comprar recuerdos), pero, sin duda, mis dos viajes más importantes han sido los que hice a China en 2011 y 2015 para recoger a mis hijos». Para comer, la madre se decanta por todo un cocido madrileño y su hija, «por los huevos estrellados que hace mi madre». En bebida, la madre, cerveza;y la hija, «de pequeña, el gazpacho que hacía mi abuela paterna; ahora, el que hace mi marido».