Luces y piruetas para dar la bienvenida a la Navidad en Granada

La cita arrancó a las seis y media con una actuación flamenca a cargo de 'Con dos cajones'. El grupo aligeró la espera con rumbas y sevillanas de corte navideño que hicieron las delicias de aquellos que aguardaban el encendido. Tras la actuación, tomaron el testigo los niños de Alfa. Acompañados por familiares, amigos y vecinos, los pequeños del distrito Norte destilaron gracia y donaire en los prolegómenos del encendido.

Antes subió Cuenca al escenario para dar la bienvenida «a la primera Navidad que podemos juntarnos, achucharnos y querernos mucho». «Hagámoslo», dijo el regidor tras invitar a granadinos y visitantes a disfrutar de las actividades en el Salón y en Bib Rambla y a apoyar los pequeños establecimientos de la ciudad.

Después se inició la cuenta atrás, diez segundos en los que los niños de Alfa empujaron, rieron, saltaron y, cómo no, pulsaron el botón. Primero se encendió la fachada del Ayuntamiento, luego la plaza y el resto de los cientos de arcos de luz distribuidos por Granada. Los altavoces empezaron a atronar con la voz de Mariah Carey y la música se fundió con los aplausos y los gritos.

Buena parte del público no abandonó la plaza, sino que se quedó a disfrutar de la zambombá sacromontana que irrumpió con cantes y villancicos desde el escenario. El resto marchó por Reyes Católicos, luminosa y cortada por la Policía Local como había anunciado el Consistorio en la previa.

El foco se trasladó a Bib Rambla. La plaza acoge uno de los grandes alicientes de este año, la pista de patinaje. El enorme cuadrilátero de hielo cumplió todas las expectativas y congregó a miles de personas ya en su primera tarde.

La campeona nacional de patinaje sobre hielo, la mexicana Ana Paola, fue la encargada de estrenarla con una exhibición. La atleta demostró su destreza sobre la superficie con elegantes contorsiones y complejas piruetas que fueron aplaudidas por un público entregado.

Tras ella, fueron muchos los granadinos que saltaron. Jóvenes y adultos inundaron la pista con patines naranjas, entre ellos la concejala de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Raquel Ruz, que se atrevió a hacer unos giros para sorpresa de políticos y periodistas.

En el otro gran foco de la jornada, el Salón, el público también irrumpió en gran volumen. Fueron muchos los pequeños que disfrutaron de la noria de 30 metros y de los ya tradicionales trineos. Fue la guinda a un viernes histórico que devolvió viejas escenas de antes de la pandemia y que confirmó que todo, al fin, es pasado.