El pronóstico anuncia para hoy nubes y claros, temperaturas suaves en las horas centrales del día y urnas en los colegios electorales. A lo largo ... de la jornada nos irán informando de cómo va el asunto. Nos contarán que alguien metió el carné en el sobre en vez de la papeleta, o que un anciano fue atropellado por un patinete cuando salía de depositar su voto, afortunadamente sin consecuencias. Aunque en este caso nos quedaremos sin saber si las consecuencias se referían al atropello o al voto. En fin, todo un mundo de pequeños detalles para jalonar la espera en las sedes de los partidos mientras va creciendo el nerviosismo hasta que llegue la hora del recuento. Es la fiesta de la democracia, que este año viene acompañada de la iluminación navideña en las calles de la capital. Antes de meternos en la cama ya sabremos para quienes se han encendido las luces rojas y quienes van a dar saltos porque les han tocado las bombillas verdes. Sin solución de continuidad aparecerán en todas las pantallas los analistas políticos, especializados en explicar a toro pasado el comportamiento del 'homo suffragii' y los posibles pactos para la gobernabilidad de nuestra tierra. De esos pactos saldrá la cara de quien nos dé el mensaje de fin de año en Canal Sur.
La llamada a las urnas nos ha pillado sin saber muy bien si Gibraltar sigue siendo territorio andaluz ocupado o ya ha pasado definitivamente, como viene siendo de hecho, a ser territorio británico. La Roca es la colonia más añeja de Europa, una colonia añeja que huele mal, porque no hay que confundir colonia con perfume. Hay allí demasiado material de novela negra, demasiado narcotráfico, demasiado contrabando y demasiadas empresas tapaderas, más de las que caben. En fin, una singular esencia concentrada en frasco con tapón británico. Al parecer, aprovechando el Brexit se hubiera podido quitarle el corcho, pero Sánchez no ha encontrado el abrefácil. Pero 'lo que es, es' y ahí está el único territorio andaluz en el que hoy no pondrán urnas. Nos quedaremos sin saber a quien hubiera votado la grey que gobierna, en nombre de Su Graciosa Majestad, el inefable Fabián Picardo.
En el resto del territorio los candidatos nos han convocado a ejercer nuestro derecho al voto y bueno será que todos acudamos con la misma ilusión de hace ya más de cuarenta años, cuando el grupo musical Jarcha con su «Habla pueblo habla, / tuyo es el mañana. / Habla y no permitas / que roben tu palabra» nos animó a abrir la boca que había permanecido muda durante cuatro decenios. Y tenemos que hablar, porque hay mucho que decir. Los cabezas de cartel han recorrido miles de kilómetros correteando por todas las carreteras de las ocho provincias, se han hecho miles de fotos con sus fans, han visitados fábricas y granjas, mercados y colegios, plazas y centros cívicos para llevar su mensaje. Han puesto todo su ardor en resaltar las virtudes propias y los defectos ajenos. Tras la gran gira pateando pueblos y ciudades, ayer entraron en 'boxes' para repostar combustible y reponer fuerzas. Hoy les espera una jornada de nerviosismo, esperando a ver si sus promesas han calado o no en el pueblo soberano. Para cuando muera la tarde lo sabremos.
Llega esta cita tras la llamada solidaria del Banco de Alimentos, que a esta hora recuenta los donativos en especie recogidos en tiendas y supermercados, para aliviar a la gente sin recursos ahora que se acerca la Navidad. El objetivo los organizadores es superar la cifra de otros años. Pero el verdadero objetivo ha de ser que no haya más llamadas solidarias, que quien gane hoy cumpla sus promesas para acabar con la lacra del paro, esa herida abierta en la sociedad que castiga a los jóvenes y a los menos jóvenes, a los parados mayores de cuarenta años que se ven abocados a la desesperanza y el hastío tras llamar a las puertas sin obtener respuesta. El desempleo es la mayor de las injusticias que azotan nuestra tierra. En los relojes de todos los políticos, las ocho de esta tarde es la hora de la verdad y no se admiten prórrogas no componendas. No se pueden refugiar en el pasado. Andalucía no puede permitirse seguir ni un minuto más como la región con más paro de toda la Unión Europea. Después de cuarenta años no cabe seguir argumentando el retraso secular, la herencia recibida y otras mandangas para comernos el tarro, porque ya no cuela. Como no cuela el progresivo deterioro de la Sanidad, con el incremento de las listas de espera, la falta de personal y las continuas agresiones a los sanitarios. Y tampoco es de recibo que Andalucía siga cerrando la lista del informe PISA sobre la educación. Ha pasado el tiempo de cazar arañas con metralleta.
Tenemos que hablar y para eso hay que votar. Con toda la libertad del mundo y con toda la responsabilidad, sabiendo lo que nos jugamos. Luego no caben los lamentos. Mas tarde podremos enfrascarnos en las discusiones sobre el abracadabrante partido entre el River Plate y el Boca Juniors en el Bernabéu y toda la estupidez que rodea este encuentro de alto riesgo; podremos también proyectar cómo pasar el puente festivo de la próxima semana, o enfrascarnos en la zarabanda de compras compulsivas para Navidad. Hoy también se pueden hacer muchas cosas y tomar unas copas, pero ante todo hay que votar. Lo tenemos a mano.
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