Lamento geométrico como reflexión

La pieza 'Segureña nazarí' se presenta con los ojos vendados con un pañuelo de lágrimas de Cachemira, un guiño a 'El ángel exterminador' de Buñuel. Para el cuello, la silla y el rabo, Darro ha optado por un mosaico de huesos nazaríes que configuran un rompecabezas, mientras que dedica el pecho al verde astro de ocho puntas, una forma geométrica usada por varias culturas bajo distintos nombres y significado. Continúa por las fibrosas espaldillas y paletillas, donde pinta un jardín geométrico de rosas pajaritas nazarís.

En el lomo, aguja, chuletas y costillar, «suspiran polígonos andalusíes octogonales formados por rombos y estrellas de verde pradera» y, en el costillar bajo y falda, aletean «restos de azul victoria del avión nazarita sobre las entrañas de redención», explica el artista. En la ubre, se aprecia una «cúpula celestial dividida en polígonos habitados por estrellas de amarillo real». Por último, en la silla y en las piernas florecen dibujos de rojo vivo de pétalos nazaríes, mientras que las ágiles manos «avanzan al ritmo ilusorio del destino».

De este modo, Darro traslada el martirio al que los animales eran sometidos por las primeras civilizaciones, y aún en la actualidad, en su afán de conectar con lo divino. «Se trata de la libre expresión de la esencia y el objeto, trascendiendo la realidad objetual para llegar a un nivel superior de conciencia sobre los animales y su uso en la industria alimenticia y derivados», concluye el autor.