El granadino que ha fabricado un reloj de sol para recuperar la tradición de guiarse por la posición solar
Tomás Ortega, el administrativo del Ayuntamiento de Murtas durante 40 años, ha realizado este artilugio y lo ha donado a su pueblo para que luzca junto al flamante Mirador Estelar
Un acto de generosidad y un deseo de compartir el tiempo y la historia con la comunidad. Un vecino de Murtas llamado Tomás Ortega Fernández, ... que ha desempeñado el puesto de auxiliar administrativo en el Ayuntamiento de su pueblo durante 40 años, ha realizado un reloj de sol y lo ha donado a su municipio alpujarreño. Tomás lo ha diseñado y con la ayuda de un fragüero de Cádiar se ha puesto en marcha en el flamante y gigantesco Mirador Estelar situado junto al polideportivo municipal, en la parte alta de Murtas. El dispositivo de Tomás Ortega mide el tiempo a través de la sombra proyectada por el sol. El reloj de sol de Murtas es una obra de arte que además embellece el espacio público y atrae la atención.
El reloj de sol es un instrumento usado desde tiempos muy remotos. En castellano se le denomina también cuadrante solar. A Tomás Ortega les encantan los relojes de sol. Los ha estudiado a fondo. El instrumento que ha realizado para medir el tiempo le ha salido perfecto realizando muchos cálculos. Su artilugio emplea la sombra arrojada para indicar la posición del sol en el movimiento diurno. Existen diferentes tipos de relojes de sol. Desde hace más de 3.500 años ya se conocen la existencia de relojes solares, al principio eran en forma de obelisco en piedra, anteriormente sería la observación de un elemento significativo del entorno, el que con su sombra marcaba los tiempos.
Culturas de hace miles de años poseían los conocimientos científicos de Astronomía y Matemáticas como para desarrollar artilugios que les permitían conocer el paso aproximado del tiempo. Durante muchos años se utilizaron las clepsidras o reloj de agua, los cuales tuvieron formas simples de recipiente o formas complejas de mueble o construcción con flotadores, cisternas, figuras… Otros relojes funcionaron con arena, fuego, incienso, velas… Los antiguos monjes usaban la lectura nocturna y por turnos de la Biblia para calcular el paso de las horas y poder determinar los momentos de los diferentes rezos.
En España, según algunos historiadores, llegaron los relojes de sol a través de los romanos y fueron emplazarlos en villas y caminos. El uso de estos relojes decayó hasta la llegada de los árabes que fueron los difusores de su uso en Europa. Canteros y yeseros los instalaron en sus obras. Alfonso X el Sabio fue un estudioso de estos temas y mandó traducir al castellano obras de autores árabes y judíos. El reloj de sol se impuso a otros sistemas por su seguridad y durante siglos fue el modo de conocer las diferentes partes del día. Con el nacimiento del reloj mecánico se inició su declive. Desde ahora en adelante el reloj de sol de Murtas también marcará las horas.
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