El juzgado acuerda oír como investigado a Machís por su supuesta implicación en una agresión

Las fuentes del caso consultadas indicaron que, a fecha 10 de mayo, aún no se había fijado la fecha para que el deportista comparezca en el complejo judicial de la Caleta. Lo hará para ser interrogado por su presunta implicación en aquella trifulca, que se saldó con más investigados que deberán de acudir al juzgado igualmente acompañados de abogado para dar su versión de lo acontecido.

Aunque en la citada resolución, figuran en total seis investigados, las fuentes del caso consultadas por este diario indicaron que serían solamente cuatro los involucrados y que los dos restantes tendrían solo la condición de testigos. Sea como fuere, la instrucción ya está en marcha y se sigue por posible delito de lesiones, siendo dos jóvenes quienes resultaron heridos. Sus iniciales son J. M. M. S. y R. P. J.

En el mencionado auto, la jueza dispone también escuchar a dos testigos de la pelea, a la vez que pide que se recabe la «hoja histórico penal» de todos los investigados. Asimismo, ordena que se tase un vehículo que estaba aparcado y resultó dañado durante aquel enfrentamiento.

Machís ya ha designado letrado, según consta en las actuaciones, en las que asimismo figura que el juzgado ha pedido que se emitan «informes de sanidad» de los dos hombres lesionados, quienes también están ya personados en la causa penal abierta.

Este periódico ha tenido acceso al atestado que elaboró la Guardia Civil tras los hechos. En él se recoge que algunos testigos dijeron que fueron cuatro los presuntos agresores, entre ellos Machís, y que presuntamente la agresión se produjo, al ver salir a la joven J. M. D., «expareja del futbolista», con uno de los perjudicados del establecimiento.

Algunos de los presentes contaron a la Guardia Civil que los presuntos implicados llegaron en un coche (unTiguan blanco) «a gran velocidad», y que llegaron «incluso a impactar contra otro vehículo que se encontraba allí estacionado».

A continuación, los agentes trataron de hablar con la expareja del futbolista, que estaba metida en un coche y acabó contándoles que «tras pedirle al agredido que saliera para poder hablar con él, ha venido su expareja con otras tres personas y han comenzado a agredirle sin saber el motivo».

Uno de los dos heridos, J. M.M. S., de 30 años, narró en la denuncia que puso ante la Guardia Civil que mientras algunos de los individuos que se bajaron del coche le sujetaban, la expareja de su actual pareja sentimental «le agredía físicamente, golpeándole violentamente con los puños, llegando a caer en un momento al suelo, aprovechando este para darle una patada en la cabeza, fracturándole la nariz, produciéndole además una hemorragia».

Según su testimonio, cuando su amigo R. P. J. (el otro herido) acudió en su auxilio para evitar que siguieran dándole patadas en la cabeza «agarrando al autor», este (presuntamente el futbolista) comenzó a golpearle, mientras él «continuaba forcejeando con el resto de individuos».

J. M. M. acabó en el Hospital San Cecilio, en el Servicio de Urgencias del Campus de la Salud, y en su parte de lesiones, que ya está incorporado al expediente judicial, figura que presentaba una «policontusión por agresión» y una «fractura de huesos propios nasales».

R. P. J. coincidió en su declaración como perjudicado ante la Guardia Civil en todo lo descrito por el otro lesionado, si bien añadió que mientras que sucedía la agresión, los participantes les insultaron: les llamaron «huevones, lámparas, gonorreas, perros, sapos...».