El juez envía al atrincherado de Las Gabias al hospital para ver si debe ser internado

Además, el juez ha dictado una orden de alejamiento respecto del lugar donde reside y que también protege a varios vecinos del edificio. El sospechoso está siendo investigado por la comisión de los presuntos delitos de amenazas graves y daños.

La Guardia Civil acudió en la mañana del pasado miércoles a detener al vecino de Las Gabias. Los últimos meses había atemorizado a su comunidad de vecinos y acumulaba más de 40 denuncias por agresiones, acoso y amenazas. Cuando los agentes se personaron en el domicilio, el hombre les impidió el acceso, se atrincheró y amenazó con volar la urbanización con las cinco bombonas de butano que guardaba.

Tras varios intentos fallidos de negociación y ocho horas de angustia entre los residentes, que fueron desalojados, fue arrestado por la fuerza. Los vecinos habían denunciado a través de IDEAL el «miedo» a este hombre de 66 años un día antes. Uno de ellos aseguró que le roció con spray de pimienta, otra que le levantaba la mano con un martillo y le amenazaba por WhatsApp, presentaron denuncia por pinchar las ruedas de todos los coches situados en el garaje y se llegaron a gastar 2.000 euros en un sistema de videovigilancia. Ya fue arrestado en febrero. Según explicaron, el individuo tenía «algún tipo de enfermedad mental».

Cuando los agentes se personaron ayer en Las Gabias, el hombre se negó a entregarse voluntariamente, salió corriendo y se metió en su casa, según detallaron fuentes del instituto armado, que precisaron que esta persona no estaba armada y se encontraba sola en la vivienda. Su decisión de atrincherarse para evitar una nueva detención obligó a movilizar a varias unidades de la Guardia Civil, a efectivos sanitarios y a los bomberos de la capital, que llegaron a desplegar las mangueras ante la posibilidad de que el individuo hiciera efectiva su amenaza de volar la urbanización.

Fueron desalojados alrededor de veinte vecinos y el Ayuntamiento de Las Gabias puso a su disposición el salón de plenos. A las tres de la tarde entró un experto mediador custodiado con escudos por los Tedax (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos). El hombre siguió negándose a salir.

Después de tres intentos de mediación que no surtieron efecto, los agentes esperaron a recibir una orden judicial para acceder al inmueble, pero el juzgado competente denegó la autorización. No obstante, sobre las 19.00 horas, una docena de guardias civiles entraron a la vivienda. Lo primero que hizo la Guardia Civil fue sacar las cinco bombonas de butano que quería usar el atrincherado para provocar una deflagración. Tras ello, arrestaron al vecino.