El juez decano cree necesaria «una reforma integral» del edificio de Caleta

En declaraciones a IDEAL, el decano de los jueces de la capital recordó que el proyecto para acabar con la dispersión de las sedes judiciales –que conllevará la adaptación de las tres plantas que aún siguen vacías en Caleta y el uso de un edificio adyacente para poder albergar la decena de juzgados que siguen en Plaza Nueva– contó con el respaldo de todos los operadores jurídicos en su momento. Sin embargo, «no se trata –advirtió– de traer aquí a todos los juzgados y meterlos con calzador» en las condiciones actuales.

Es por ello que reclama una reforma «en profundidad» del edificio y redistribuir completamente los espacios, pues, si bien el inmueble judicial de Caleta hace 30 años era un edifico inteligente, hoy precisa reformas muy serias. «Desde la actual delegación de Justicia lo que se nos traslada es que los planes siguen siendo los mismos y nosotros tenemos que darle ahora cierto margen de confianza a la nueva consejería», señaló Rodríguez Alcázar, que advirtió de que no se puede pedir a los recién llegados que hagan en un mes lo que otros no han hecho en años.

«Parece que sí existe interés en que este proyecto se lleve adelante e incluso en acelerar los plazos que estaban previstos inicialmente», agregó el decano, para quien es importante que se haga lo posible por parte de la Consejería para que la inversión se realice en un corto plazo y el proyecto inicial se mantenga. Por lo pronto, confía en que las obras previstas en Caleta, que fueron anunciadas hace dos años, se ejecuten por fin. «Parece que el proyecto ahora ya sí se va a desatascar, así que, con suerte, igual en unos meses puede llevarse a cabo ya la ejecución».

El proyecto inicial se ideó para solucionar el problema de la dispersión de sedes judiciales en la capital y sumó en su día los apoyos de todos los colectivos que tienen que ver con la justicia (jueces, letrados de la Administración de Justicia, colegios profesionales y funcionarios). Aquel «acuerdo general» buscaba unificar todos los órganos unipersonales en Caleta, de modo que en Plaza Nueva sólo quedaran la Audiencia Provincial en un edificio propio y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en su actual sede: el Palacio de la Real Chancillería. Además era un proyecto «razonable» en cuanto al coste económico y «viable a corto plazo».

Lo cierto es que la actual distribución de los espacios en el complejo judicial de Caleta no ayuda a prestar un servicio óptimo al ciudadano. Por ejemplo, cuando hay vistas en los juzgados de Familia, la ausencia de salas de espera hace que los justiciables tengan que aguardar hacinados en un rellano de un ascensor. «Esa situación no es de recibo», sentencia el decano. Tampoco lo es que un testigo protegido tenga que ser escondido en un pasillo con una silla. «No es normal», añade.

La ubicación del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 y de la fiscalía especializada en la materia es otro de los problemas de la distribución actual. El citado órgano y esas oficinas del ministerio público se emplazaron allí de forma «provisional» hace 14 años... y allí siguen. Precisamente fue en estas dependencias donde se localizaron las últimas goteras.

«Necesitamos un redistribución completa de los espacios, con salas de espera adecuadas», insistió el magistrado, a la vez que recordó que en su día se planteó ubicar en la misma planta a los juzgados de Familia, los de Violencia y la fiscalía especializada. Pero para eso haría falta otro edificio más, pues el complejo actual no tiene suficiente sitio para acoger los once juzgados que se pretenden mudar –los diez civiles de Plaza Nueva y el de nueva creación–. En su momento se planteó la actual sede de la Delegación de Salud.