Juana Rivas pasa con «entereza» sus primeras 24 horas sin libertad en el Centro de Inserción de Granada, que está casi vacío

En estos momentos, apenas hay cinco internos ingresados en estas dependencias debido a dos causas: los fines de semana suelen estar de permiso todos los presos hasta el lunes y porque más del 95% de los reclusos de este centro están con pulseras telemáticas en sus domicilios cumpliendo el resto de su condena, debido a la pandemia del coronavirus.

Rivas tuvo tiempo de mantener una entrevista protocolaria con trabajadores de este centro tras su ingreso voluntario, dejar sus bártulos en una habitación y conocer a su 'sombra' o persona encargada de velar por ella durante los primeros días; suele ser otra interna.

Tomó el almuerzo sobre las 13.20 horas, al igual que las otras cinco personas ingresadas en el CIS, y posteriormente subió y descansó en su habitación. Por la tarde, sobre las cinco, pudo contactar por teléfono con quien ella quiso gracias a la cabina existente en este centro, puesta a disposición de los internos allí ingresados, que no disponen de teléfono móvil. El resto de la jornada tuvo libertad, como los demás internos, para ocupar su tiempo paseando por el patio, hablar con otros internos, seguir en la habitación o acudir al 'office' a tomar algo. Así estuvo hasta las 20 horas, cuando se sirvió la cena. Después vino lo más duro, su primera noche privada de libertad en la habitación. Tal y como marca el protocolo lo hizo acompañada de una 'sombra'.

La joven madre de dos niños, condenada a dos años y medio de prisión por traerse en 2016 a sus hijos desde Italia hasta España sin el consentimiento de la expareja y no devolverlos en el verano de 2017, se presentó de forma voluntaria el viernes. En el CIS suelen ingresar los presos en tercer grado que están próximos a quedar en libertad o aquellos que se personan de forma voluntaria para cumplir condenas pequeñas y son clasificados en tercer grado, aunque los hay en segundo grado también.

Fuentes consultadas por IDEAL en Instituciones Penitenciarias aseguran que con casi toda probabilidad, Juana Rivas no se moverá del CIS hasta que sea clasificada por la Junta de Tratamiento y ello ocurrirá este miércoles 16 de junio o el próximo día 23. Si consigue el tercer grado penitenciario, algo bastante probable debido a múltiples factores como ser persona perfectamente reinsertada en la sociedad, haber abonado la responsabilidad civil a su expareja o el mero hecho de cumplir de forma voluntaria su ingreso en prisión, podrá marchar a casa a cumplir el resto de su condena con una pulsera telemática. No es ningún privilegio, es la forma de proceder con todos los internos clasificados en tercer grado.

Durante manifestación contra la violencia de género celebrada el viernes por la tarde en Granada se escucharon voces a favor de su excarcelación y de la concesión del indulto.