Una jornada buscando iluminar Granada, con Montilla al frente

Montilla reconoce que le preocupaban especialmente los hospitales, la atención a personas vulnerables o que los generadores tuvieran combustible suficiente. Eso mientras fue de día. Al caer la noche, el objetivo era evitar incidentes y para eso pusieron al máximo número de agentes en la calle para que las luces de sus coches dieran la luz que no desprendían las farolas.

La coordinación fue clave para que todo funcionara. Y también el esfuerzo de los agentes, muchos de los cuales doblaron turnos para que la provincia estuviera protegida.

Pasadas las tres y media de la madrugada, Montilla salía de la Subdelegación y emprendía el camino a casa. No se iba a descansar, se llevaba consigo un comunicador para estar al tanto de cuándo llegaba la luz al último punto de Granada.

Montilla afirma que estuvo en permanente contacto con la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, los alcaldes de otros municipios de la provincia o el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, entre otros. Para ello, se ayudaron de las radios de las policías, que fueron los ojos de todos en la calle. Una jornada larga e intensa en la que todos remaron en la misma dirección con el objetivo de que los ciudadanos mantuvieran la tranquilidad y sufrieran lo menos posible las consecuencias de un apagón que sorprendió a todos.