Cuando la reina Isabel y Cristóbal Colón cambiaron de 'casa' en Granada

El monumento dedicado a la reina Isabel la Católica, en la confluencia de dos de las principales calles de Granada, Gran Vía y Reyes Católicos, es un lugar de encuentro para propios y extraños y también uno de los emblemas patrimoniales de la capital. Pero este conjunto escultórico, obra de Mariano Benlliure donde se ve a Isabel I de Castilla sentada en el trono recibiendo a Cristóbal Colón, no siempre estuvo en el mismo sitio. Fue trasladado en dos ocasiones. Desde 1892 hasta 1947 estuvo en su emplazamiento original en el Salón. Entre 1947 y 1962 fue desplazado unos metros dentro del mismo Paseo -un proceso que costó, por cierto, 217.697 de las antiguas pesetas-. Y desde 1962 hasta la actualidad está 'plantado' en su lugar actual. Un 'movimiento' que ha cambiado el aspecto tanto del propio Salón como de la Gran Vía.

Y qué mejor manera de comprobarlo que comparando dos fotos realizadas desde el mismo encuadre con casi setenta y cinco años de diferencia. Para ello, para ver cómo ha cambiado el emblemático Paseo del Salón, le propongo un juego. Mueva el cursor de la imagen que hay debajo de este párrafo de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. La foto en blanco y negro, extraída del archivo de IDEAL, es del otoño de 1947. Se ve a unas niñas paseando y, al fondo, la estatua de Isabel la Católica de Benlliure. La que está en color fue tomada hace unos días, el 18 de noviembre, por el fotógrafo Ramón L. Pérez, y se observa a un ciclista transitando. Detrás, donde antaño estaba la Católica y Colón, se puede ver la fuente de las Granadas.

El Paseo del Salón es uno de los bulevares más bellos que hay en Granada. Un espacio de esparcimiento que también acoge multitud de eventos hoy día: desde espectáculos de circo a manifestaciones. Discurre junto al río Genil. El Paseo del Salón debe su nombre a que había un lugar donde se practicaba baile de salón a principios del siglo XX -hasta el año 1931, concretamente-. Este lugar es el edificio donde está la biblioteca municipal.

El escritor francés Charles Davillier, que visitó Granada en 1862 en compañía de Gustavo Doré, quedó impresionado por la belleza del entorno que comprendía el Paseo del Salón y los Jardines del Genil. «No hay ninguno en España que se le pueda comparar», dijo. En 1946 Eduardo Hernández dedicaba una de las retrospectivas que publicaba en IDEAL a esta zona que en su día se conoció sencillamente como La Alameda, cuyas dimensiones eran de 600 pasos de longitud y 18 de ancho. En 1612 se plantó una fila de álamos, tal y como se puede apreciar en un cuadro de Juan de Sabis que se conserva en el palacio arzobispal datado en 1636.

El Paseo del Salón se remodeló en 1715 y posteriormente durante la dominación francesa, según el diseño proyectado por el caballero veinticuatro José Marín. Entonces se talaron los árboles y se colocaron dos fuentes a ambos extremos. Había flores de todas las especies, cercados de piedra franca y barandas de hierro con tres puertas de entrada. En 1810 el general francés Sabatino mandó sustituir el puente viejo de madera verde por uno nuevo construido con piedras de la iglesia de San Jerónimo que se derribó para utilizarla como cantera.

Respecto al conjunto escultórico de Benlliure, realizado en mármol gris con losas blancas, fue un encargo realizado por la ciudad para conmemorar los cuatrocientos años del descubrimiento de América. Mientras que estuvo en el Salón estuvo rodeado de una reja modernista. En los años diez de la pasada centuria fue restaurado por José Navas. Cuando se trasladó hasta la plaza de Isabel la Católica, se colocó una escalinata presidida por un escudo de bronce. Alrededor se habilitó una fuente inspirada en la que hay en los jardines del Triunfo. En el plinto aparecen una serie de nombres relacionados con la guerra de Granada y el descubrimiento de América.