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Uno de los gallos muertos es sometido a la necropsia donde se certificó que murió tras su participación en un combate. IDEAL

Investigan a 29 personas, tres veterinarios entre ellas, por maltrato en peleas de gallos

Los facultativos emitían informes falsos del buen estado de los animales, pese a estar todos tullidos

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Martes, 25 de septiembre 2018, 00:21

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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han desmantelado un presunto grupo criminal acusado de maltrato animal tras investigar a 29 personas, entre ellas tres veterinarios de la provincia de Granada, quienes supuestamente emitían informes favorables sobre los gallos que utilizaban en las peleas pese a estar tullidos, así como del buen estado del reñidero utilizado en una nave industrial de Cijuela aunque las condiciones del mismo eran deplorables, según pudieron atestiguar los investigadores del instituto armado. A cuatro de estas personas se les imputa pertenencia a grupo criminal, así como maltrato; a 22, un delito de maltrato animal; y a los tres facultativos se les imputa falsedad documental.

Los agentes irrumpieron en una nave de Cijuela el pasado mes de mayo, tal y como adelantó en su día este periódico, donde encontraron tres gallos muertos y otros cincuenta en unas condiciones lamentables, pese a lo indicado en los informes veterinarios. Allí había cien personas cruzando apuestas en los distintos combates que se iban celebrando.

Todo comenzó en abril, cuando el Seprona supo de la celebración ilegal de peleas de gallos los domingos por la tarde en una nave de Cijuela, organizadas por dos promotores almerienses y otras dos personas más, quienes cobraban entradas entre diez y veinte euros, además de las presuntas apuestas que allí se hacían y que constan en el informe policial que se encuentra en manos de la titular del Juzgado número 1 de Santa Fe, responsable de la instrucción del caso. Los agentes hicieron seguimientos y apostaderos durante más de ocho semanas hasta descubrir todo este entramado que desembocó en una primera parte con la incautación de los gallos de pelea y la imputación de los cuatro promotores, aunque conforme fueron tomando declaraciones se dieron cuenta de que la trama era mucho mayor de lo pensado y tirando del hilo lograron dar con el paradero de los tres veterinarios investigados, así como del resto de imputados hasta un total de 29.

La estrecha colaboración del Colegio de Veterinarios de Granada con el Seprona permitió echar por tierra los informes de los tres veterinarios investigados y elaborar otros nuevos donde se advertía del mal estado de los animales: todos presentaban indicios de maltrato tras participar en peleas organizadas en reñideros. También certificaron el mal estado de las instalaciones de Cijuela donde se celebraban estos combates entre gallos.

La Guardia Civil localizó una 'batallola', un espacio circular limitado donde estaban peleando dos gallos; y en torno a él un graderío ocupado por unas cien personas, entre las que se encontraban tres menores de edad. También había una zona de bar y otra donde se guardaban y preparaban a los animales para la pelea. En esta última zona había 50 gallos y el veterinario que acompañaba a los agentes certificó que todos tenían mutilaciones en las crestas y en las barbillas; y que algunos tenían, además, heridas más graves. Los agentes del Seprona también encontraron los cadáveres de los tres gallos citados anteriormente.

Los investigadores identificaron después a los dos promotores de las peleas y a la persona que ejercía de juez de riña. A estos se les ha investigado por un delito continuado de maltrato animal. También fueron identificados los propietarios de los gallos y han sido investigados por un delito de maltrato animal.

La Ley 11/2003 de 24 de noviembre de Protección de los Animales prohíbe «maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les ocasione sufrimientos o daños injustificados. En especial, prohíbe las peleas de gallos, salvo aquellas de selección de cría para la mejora de la raza y su exportación, realizadas en criaderos y locales debidamente autorizados con la sola y única asistencia de sus socios». De ahí que a los imputados les sea aplicable el artículo 337 del Código Penal: «El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud».

Los investigadores también acusan de grupo criminal organizado al núcleo duro: los dos promotores, un juez de riña y un vigilante. Los investigadores tienen claro que este grupo ha participado en otras provincias bajo el paraguas de asociaciones de galleros.

Falsedad documental

Los tres veterinarios están investigados por falsedad documental por la emisión de certificados con supuestos datos falsos a fin de legalizar el reñidero en cuestión, así como las mutilaciones realizadas a los animales. «Es inadmisible que los encargados de la salud animal como los facultativos veterinarios ayuden, como en este caso, a organizaciones criminales a realizar peleas de gallos dónde los animales sufran y a veces mueran. Los facultativos veterinarios deben ser las personas que ayuden a preservar el bienestar animal en todos los sentidos, desde el físico al psicológico, no debiendo nunca facilitar el maltrato animal y el sufrimiento de éstos seres a partir de sus actuaciones profesionales», comenta Aritz Toribio, abogado de la fundación 'A Salvo', dedicada a la defensa y bienestar de animales.

Este letrado alaba la investigación desarrollada por la Guardia Civil de Granada y considera que se trata «de la mayor operación contra el maltrato animal desarrollada en España, no por el número de víctimas, sino por la cantidad de investigados». Este abogado, especializado en la defensa de animales, sostiene que estas peleas «no se pueden permitir, en una sociedad civilizada, los espectáculos que conlleven el sufrimiento de seres vivos, aunque la tradición se remonte años atrás. La poca visibilidad social que obtienen las peleas de gallos es preocupante, ya que se realizan a gran escala de manera legal e ilegal, conllevando la muerte, el sufrimiento y la mutilación de animales que tienen el derecho a una vida sin sufrimiento como cualquier otro animal».

Los agentes encontraron más de diez mil euros en su intervención y hallaron armas blancas y drogas, e incluso restos de plantación de marihuana en la basura procedente del reñidero, lo que apuntaba que además pudiera ser un punto de distribución o consumo de droga.

La Fundación 'A Salvo' sopesa personarse como acusación popular

La Fundación 'A Salvo' en defensa del bienestar y la protección de los animales sopesa personarse como acusación popular en la causa abierta por maltrato animal derivada de la investigación efectuada por elSeprona de la Guardia Civil de Granada. «Estamos pensando en dar el paso de personarnos como acusación en esta causa y no lo descartamos», apunta el abogado Aritz Toribio.

Esta asociación está integrada por especialistas y profesionales formados en derecho y bienestar animal, medicina veterinaria, etólogos, ecólogos, gestores de protección animal, doctores universitarios, y comunicadores que unidos, por un alto grado de empatía y respeto hacia otros seres vivos y el medio ambiente, construyen puentes con las administraciones públicas, para optimizar la calidad de vida de los animales y los recursos naturales del planeta.

Además de la organización de cursos y creación de guías, este colectivo suele elaborar protocolos de actuación en bienestar animal mediante programas y métodos que mejoren la situación de los animales. Ofrecen asesoramiento jurídico-práctico en la gestión y desarrollo de protocolos de actuación donde los animales sean las víctimas o estén en situación de desamparo.

«Desde esta Fundación queremos reivindicar la necesidad de revisar la legislación existente sobre maltrato animal y especialmente la normativa andaluza o canaria sobre peleas de gallos, las dos únicas comunidades autónomas donde estas peleas están autorizadas siempre y cuando se cumplan unos requisitos», señala este letrado.

También han impulsado una iniciativa para la creación de la figura del Defensor de los Animales. Una iniciativa de un equipo de expertos en la defensa de los derechos de los animales, creando una red de oficinas para llevar a cabo la defensa jurídica.

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