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Civiles que acudieron ayer a la jura de banderas organizada por la Base Aérea de Armilla.

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Civiles que acudieron ayer a la jura de banderas organizada por la Base Aérea de Armilla. Alfredo Aguilar
La Mirilla

Emotiva jura de bandera para civiles organizada por la Base Aérea de Armilla

Numerosas personas prometían de forma voluntaria y emocionada su devoción a la bandera

ENCARNA XIMÉNEZ DE CISNEROS

Domingo, 9 de octubre 2022, 18:30

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Hablar del cariño que Granada tiene a su Base Aérea es poco noticiable. Aunque llamada tradicionalmente de Armilla (allí está la puerta principal) se instala en terrenos de otros cuatro municipios: Churriana de la Vega, Ogíjares, Alhendín y Las Gabias. Con la capital hay mucho trato, desde la participación en la ofrenda floral a la Virgen de las Angustias, hasta el helicóptero que ocupa una de las rotondas; y fue aquí, donde se quiso celebrar una jura de bandera para personal civil muy especial, enmarcada en el centenario de aquel aeródromo del que tanto seguimos aprendiendo.

Numerosas personas prometían de forma voluntaria y emocionada su devoción a la bandera, mucho más allá de un puro acto protocolario, porque jurar ante ella es un acto de compromiso. Así lo vivían Rafael Píñar, tantos años volcado –con gran éxito– en el mundo turístico; o Alberto Ortega, capataz con mayúsculas, acompañado de su mujer Carmen Viciana; Enrique Muñoz y Carmen Guerrero y el hijo de ambos, Enrique.

Es entrañable hacer estos actos en familia, como lo vivió el abogado Mariano Vargas, que disfrutó la jornada con su mujer, la concejala Pepa Rubia; sus hijos Javier y Luis, y la prometida de este último, Pilar Valderrama.

Familia asimismo, mi querido amigo Carlos Sáez, que acompañaba a su hermano, José Antonio, reservista del Ejército del Aire y a su sobrina Ada Sáez, arropando a su cuñada, esposa y madre, respectivamente, Susana González, feliz de haber sido una de las participantes en la jura. La presidió el teniente general Ignacio Bengoechea, Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio. Me hizo recordar que este cambio de nombre –añadir del Espacio– coincidió con otro acto, en la Base, presidido por el teniente general Javier Salto, JEMA, que anunció allí la nueva denominación el pasado mes de junio.

Eso lo bueno de no perderme ningún acto, algo que siempre agradezco al coronel jefe de la Base, en este caso, José Molino, feliz de comprobar una vez más el afecto del pueblo granadino. También feliz su mujer, Marisa Morales, que me presentó a la esposa del teniente general Bengoechea, Loreto Vara de Rey y a sus amigos, Elena y Fernando.

También lo disfrutaron el alcalde de la capital, Francisco Cuenca que juró bandera como su homóloga de Armilla, Loli Cañavate, que lo hizo junto a Sergio Baena, Francisca Fernández y Rafael Moreno, compañeros de Corporación.

Acudieron las concejales de Granada, Raquel Ruz y Eva Martín; de Alhendín, Cristian García y de Ogíjares, Ana María Segura, además de Roda Marcos y María José Garzón, de Churriana de la Vega. No faltaron la subdelegada del Gobierno de España, Inmaculada López; su tocaya, Inmaculada Hernández, delegada de Justicia de la Junta de Andalucía; el subdelegado de Defensa, Federico González-Vico; el vicedecano del Colegio de Abogados, Antonio Mir; la presidenta de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo, Maite Araluce; Lourdes Pineda, directora del SEPE; y representaciones como Gerardo Aranda, de la hermandad de la Virgen de las Angustias y Juan Luis Iáñez, también con Los Volantones, que preside Eduardo García; además de José María Amar y su mujer, Marian Sillero.

No quiero olvidarme del general de Brigada del Madoc, Andrés Chapa; del coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Francisco Manuel García –que en unos días vivirá también los actos de la Patrona, la Virgen del Pilar que espero contarles–; y el flamante nuevo comisario jefe provincial de la Policía Nacional, Juan de Dios Piedra, al que pude felicitar –ahora sí– personalmente por su nombramiento.

Magnífica fue la puesta en escena en la que participó todo el equipo de la Base, donde presumo de tener buenos amigos que siempre facilitan el trabajo, caso del capitán Mochón –por un momento no pude saludar a su padre, Gerardo– o el subteniente Píñar. Bonito día para María Jesús Quiroga, que también juró bandera y con la que hablé de su padre, el que fuera coronel de Artillería, Javier Quiroga; y felices por haber participado también, Manuel Pérez de Rueda, César Sánchez y su suegro, Juan Serrano. Y muchos más que vivieron una jornada preciosa.

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