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«La identidad no te la dan los genitales, es el sentimiento íntimo de ser quien eres»

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PEPE MARÍN

«La identidad no te la dan los genitales, es el sentimiento íntimo de ser quien eres»

La unidad de atención de menores transexuales del Hospital Virgen de las Nieves acompaña y asesora a 35 familias durante el proceso de transición a la nueva identidad sexual

pilar garcía-trevijano

Viernes, 3 de agosto 2018, 15:01

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«Estaba a punto de salir al trabajo y mi hijo, Dante, me dijo: 'Papá te tengo que contar algo. Me pasa que que llevo un tiempo en el que he descubierto que me siento un chico'. ¡Qué oportuno!», bromea Antonio, padre de un menor transexual de 16 años y miembro de la asociación Chrysallis. «Al principio se te cae el mundo encima, pero no es para tanto. Siempre es menos de lo que imaginamos. Lo primero es demostrarle cariño y luego tú, en soledad, te tomas tu tiempo para reflexionar y lo pasas como puedas con tranquilidad porque el protagonista de esto es tu hijo. Nosotros, sus padres, estamos para acompañarle. Tenéis que escuchar a vuestros hijos. Es natural», aconseja Antonio a otros padres que están en la misma situación.

Hace un año que Dante se decidió a contarle a sus padres que estaba disconforme con el género que la sociedad le había asignado. Ahora recibe tratamiento hormonal. Eligió el nombre del poeta italiano, autor de 'La Divina Comedia', que marcó la transición del pensamiento medieval al renacentista. Dante rompió los esquemas convencionales de su tiempo, lo mismo que los jóvenes trans y sus familias hacen cada día para reivindicar derechos y visibilidad, con el apoyo de la fundación Chrysallis y la unidad de atención a niños y niñas transexuales del Hospital Virgen de las Nieves.

A la asunción de la elección de la identidad sexual de los hijos trans le suele preceder el miedo y la confusión. Los padres de Dante lo sintieron. No por la confesión de su hijo: Tenían miedo a que «la sociedad no pudiera encajarlo y le generara problemas». «La gente se centra en la cirugía y lo que es realmente importante es el tránsito social y legal», apunta Antonio. La vocal de la junta directiva de la asociación Chrysallis, Ana Romero, añade que «el miedo que puede generar ser padre de un hijo trans está en el desconocimiento. En el momento en el que tienes información y sabes qué pasos tienes que dar no es miedo, ni es un problema». Sandra, madre de Dante, coincide. Lo primero que hicieron ella y su marido fue ponerse en contacto con otros padres que «sabían entendernos». «Había muchas cosas que desconocemos y a partir del día siguiente nos preparamos. Fue relativamente fácil encontrar información. Acudimos primero a la Asociación Arco Iris y nos derivaron a Chrysallis».

El año pasado el Congreso aprobó tramitar una proposición que elimina los requisitos médicos para que las personas trans puedan cambiar legalmente su nombre y sexo sin reunir más condiciones que la convicción declarada de la persona transexual. Sin embargo, todavía existen ciertas trabas que impiden que las personas se sientan cómodas al cambiar de identidad sexual. Carmen, madre de un niño trans, cuenta que está luchando para que la rectora de la Universidad reconozca a su hijo porque, aunque en su DNI figure su nuevo nombre, el sexo que aparece y el tratamiento que recibe en la facultad es femenino. La tarea no pasa sólo por la facultad, su hijo ha tenido que pedir el duplicado de todos sus títulos y reconocimientos con su nuevo nombre. Todas las familias reclaman que se agilicen los trámites una vez se haya procedido al cambio en el registro.

Romero explica que el siguiente paso para conseguir naturalidad radica en que los centros educativos contemplen la necesidad de impartir materias que «hablen sobre identidad, diversidad y menores trans». «No tiene sentido que en colegios exista un protocolo de identidad y que no se vea reflejado en las asignaturas. Mi cuerpo es femenino porque soy una mujer y el cuerpo de mi hija también es femenino porque es una mujer. La identidad no te lo dan los brazos las piernas, ni los genitales. Es el sentimiento íntimo de ser quien eres y eso hay que enseñarlo», declara Ana emocionada. La vocal de la fundación es madre de una niña trans de 12 años.

Vídeo. PEPE MARÍN

Romero comprendió la identidad de su hija y tomó conciencia de lo que estaba sucediendo en su casa gracias al documental 'El sexo Sentido'. Desde entonces se volcó en la asociación Chrysallis: «Hay mucho trabajo por delante. Las familias tenemos que darnos información y acompañamiento porque formamos parte de una minoría que puede cambiar el mundo», sentencia. Con estas declaraciones responde a aquellos que insisten en que la ideología de género se opone a la ciencia y añadió que «la sin razón tiene el camino muy corto».

Raúl Hoyos, pediatra endocrino, se une a estas afirmaciones y asegura que «la transexualidad no es algo nuevo. Siempre ha estado ahí». «No es ninguna enfermedad. No tenemos pacientes, tenemos personas y quiero que cale en la sociedad». Este es el mensaje que transmite en la unidad de atención a niños y niñas transexuales del hospital. La unidad asiste a 35 menores de 16 años «en los que no hay coincidencia entre el sexo de nacimiento y su identidad sexual». Desde que se creó en 2015, el número de familias que se acercan a pedir información, crece cada día. En el último año se han incorporado 25 menores y se han realizado 80 consultas.

Las dos demandas más atendidas por los especialistas son , por un lado la terapia con bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal cruzada. La cirugía, por motivos legales, no tiene cabida en esta fase temprana. Además, los profesionales dan acceso a los tratamientos que cada menor necesita en el momento adecuado y explican los procedimientos a seguir para transmitir comprensión. Los expertos también facilitan el contacto con grupos de padres que se encuentran encircunstancias similares.

En la actualidad, hay más de seiscientas familias asociadas al movimiento trans en España. Doscientas de ellas tan solo en Andalucía y sesenta en Granada.«Han venido para quedarse» . Admiten que tienen suerte de poder recibir asistencia , pero sueñan y pugnan por que la suerte «se transforme en derechos y normalidad para todas las personas transexuales.

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