Huerta del Sello, el escenario de moda para celebraciones de boda en 2023

El palacete de Huerta del Sello es una joya arquitectónica que actualmente sirve como un magnífico escenario para celebrar cualquier tipo de evento, ya sea particular, de empresa o de cualquier otra índole. Los salones están decorados al gusto de la época, siglo XIX y pueden acoger hasta 800 personas. Fiel al neoclásico, el edificio cuenta con un patio central donde se pueden reunir hasta 600 asistentes.

Al estar situado en la Vega de Granada, son fundamentales sus jardines. Estos también presentan elementos y una urbanización propias del neoclásico que los convierten en una armoniosa extensión del palacete. Formando (la casa y los jardines) un todo que realza la celebración de los eventos. Hasta 2000 invitados admite los jardines.

Con una superficie total de 2.500 metros cuadrados, los jardines cuentan con columnas y pedestales, fuentes y una abundante y ordenada vegetación propios del estilo neoclásico. Están iluminados resaltando la belleza de los mismos en las noches de la vega granadina.

Un elemento típico de este estilo de jardín es la pérgola que permite pasear por ellos y refugiarse del sol en los días calurosos. Hoy a este elemento lo acompaña una carpa de 400 metros cuadrados, decorada al gusto de la época.

Junto a las excelencias que presenta a nivel urbanístico y arquitectónico, en Huerta del Sello también hay que destacar la atención del equipo profesional que gestiona la finca para la organización de los eventos. Un personal cualificado que se pone a disposición de los clientes ofreciendo un exclusivo trato que se adapta a los gustos y necesidades de los organizadores. Todos los detalles, desde la mantelería, el diseño de la vajilla o una decoración más personalizada, son tenidas en cuenta, haciendo realidad la máxima que «la diferencia y la excelencia está en los detalles».

Este nivel de compromiso llega, como no podía ser menos, al apartado gastronómico. Para ello la cocina de Huerta del Sello dispone de una cuidada carta que también puede ser adaptada a los paladares más exigentes o a las necesidades del cliente.

El estilo neoclásico de Huerta del Sello

El edificio central de Huerta del Sello es un palacete de estilo neoclásico, estilo recurrente de la burguesía granadina cuando se trasladó de la capital a la Vega. Este estilo se desarrolló entre mediado del siglo XVIII y la primera década del XIX y aunque encontramos numerosos ejemplos en la capital nazarí, es en la Vega el estilo predominante. La reacción de la burguesía al barroco y rococó y el descubrimiento de hallazgos arqueológicos y los estudios filosóficos alemanes, hicieron que el neoclásico se pusiera de moda en las nuevas construcciones.

Huerta del Sello presenta elementos arquitectónicos típicos de este estilo y todo el edificio es un claro ejemplo de la correspondencia de la forma, la función estática que demuestra y el cálculo de los pesos y tensiones. Un modelo que los primeros propietarios de la finca quisieron desarrollar experimentando con nuevos materiales y poniendo en valor el trabajo de los ingenieros.

El neoclásico por una parte y como demuestra Huerta del Sello, es un estilo que pretende ser arte moderno comprometido con su época en el que toma funcionalidad un nuevo orden social; mientras que por otra responde al proceso de reurbanización de la Vega, cuando los burgueses y dada su cercanía a la ciudad, deciden trasladarse a esta zona.

Aunque vivienda, Huerta del Sello, se construyó con los mismos parámetros que las iglesias, escuelas, hospitales, cuarteles o mercados.

Huerta del Sello y la arquitectura de la Vega de Granada

La Vega de Granada, aunque tiene un origen eminentemente agrícola, ha ido transformándose a lo largo del tiempo en una extensión de la propia capital nazarí. La adaptación de los cultivos a las necesidades de los mercados a lo largo del tiempo y sobre todo la emigración de la burguesía granadina a la Vega, hicieron que las casas palaciegas proliferaran en lugar de las de labranza, sin que aquellas dejaran de presentar elementos comunes a las segundas.

Aunque algunos estudios intentan comparar estas casas palaciegas con las italianas, la exigencia funcional del campo, la apartan de las villas propias de la Toscana o Venecia. Se busca en la Vega, dicho en otras palabras, una función híbrida entre lo doméstico y lo productivo. Esta característica es, por otra parte, una herencia de las almunias nazaríes que además de uso vacacional también contaban con una zona agraria.

Gracias a esta constante evolución y adaptación de estas fincas de La Vega, Huerta del Sello, respondiendo a esa heterogeneidad, se convirtió en una finca de uso residencial, aunque de forma nostálgica recuerda en su nombre su uso primitivo: Huerta del Sello.