La Huerta de San Vicente reanuda las visitas tras suspenderlas por falta de personal
El concejal popular Jorge Saavedra achaca toda la responsabilidad a la «falta de gestión» y la imprevisión en la cobertura de una baja por parte de anterior equipo de gobierno del PSOE
El portavoz del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Granada, Jorge Saavedra, ha anunciado que las visitas guiadas a la Huerta de San Vicente ... se retomarán este viernes, tras la suspensión decretada este martes por falta de personal. Saavedra ha eximido de responsabilidad a la actual corporación. «Es un problema heredado del anterior equipo del PSOE», ha afirmado el responsable popular, quien ha lamentado la «falta de gestión» y la imprevisión en la cobertura de una baja. «Lo hemos resuelto en un tiempo récord», ha asegurado Saavedra.
La Huerta abrirá cinco días (de martes a sábado) y con horario reducido de once de la mañana a dos de la tarde. Habrá turnos cada media hora (11.00, 11.30, 12.00, 12.30, 13.00 y 13.30 horas) con un cupo máximo de quince personas, según una circular que acaba de publicar la propia Huerta. La tienda recepción estará hábil de ocho de la mañana a las dos de la tarde también de martes a sábado.
Las alarmas saltaron anteayer. La página web de la Huerta de San Vicente, la que fuera residencia de verano de la familia García Lorca, informaba de que se cancelaba la visita pública «hasta nuevo aviso». Desde el Ayuntamiento se aclaró entonces que la contingencia quedaría resuelta a lo largo de la semana. Finalmente, si las palabras de Saavedra se convierten en hechos, así sucederá.
La historia de la Huerta de San Vicente en los últimos años es la historia de un despropósito detrás de otro. Fue justo hace un año, en la primera quincena de agosto de 2022, cuando el consistorio granadino reabrió la Huerta después de un larguísimo proceso de reformas que se inició en 2017.
Ese verano, en el transcurso de la canícula, un turista se desvaneció por las altísimas temperaturas que se registraban dentro de la finca. Entonces se decretó el cierre de las instalaciones por la incidencia que las oscilaciones térmicas, un calor sofocante durante los meses estivales y un frío tremendo durante el invierno, pudiera tener sobre las personas, pero también sobre los enseres. Tanto es así que el piano que tocaba el propio Federico García Lorca ya estaba ligeramente cimbreado como consecuencia, entre otros factores, de las enormes diferencias termométricas, a lo que había que sumar un bajo porcentaje de humedad relativa.
Reformas
Primero se sustituyó la carpintería histórica por una que, hoy día, presenta múltiples desperfectos. Después vinieron más y más promesas incumplidas, luego un cambio de gobierno municipal y, por fin, en el primer semestre de 2022, la instalación de un sistema de climatización que el Ayuntamiento pagó con 105.000 euros del Plan Alhambra –obras y equipamiento–.
La Huerta de San Vicente tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección patrimonial que existe en la comunidad andaluza. Alberga piezas de enorme valor, como el gramófono que acompañó al poeta como fondo de tertulia y en sus horas sentado en el escritorio, un dibujo de su amigo Salvador Dalí, otro de Manuel Ángeles Ortiz o un cuadro de Rafael Alberti. También la guitarra con la que el propio Federico amenizaba las siestas de los García Lorca.
La vida cotidiana del poeta en los veranos que pasó en la Huerta de San Vicente consistía en descansar junto a los suyos, visitar o recibir a sus amigos –Manuel de Falla, Miguel Pizarro, Antonio Gallego Burín, Manuel Ángeles Ortiz, Eduardo Blanco Amor, Eduardo Rodríguez Valdivieso, etcétera–, y sobre todo escribir. Si al principio era una visita obligada en sus agitados años madrileños de la Residencia de Estudiantes, a partir de 1931 comienza a ser el refugio necesario para su escritura, en el contexto del reencuentro con el paisaje de sus orígenes, la familia y la simplicidad campesina.
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