Los hoteles de Granada inician la desescalada a la espera de los turistas nacionales

Con una situación «dramática» y grandes gastos aun cerrados, los hoteles han comenzado su desescalada. Tan solo un 10% de los grandes de la capital han estado abiertos durante la pandemia, según la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada. Establecimientos como el Gran Hotel Luna –que llegó a acoger a sanitarios en el confinamiento–, Saray, Abades Nevada Palace y NH Collection Victoria son algunos de los establecimientos que se han mantenido operativos.

El Andalucía Center, el Parador o el Catalonia se han unido a la lista de hoteles abiertos en la capital que sumará –a partir de hoy– dos de sus grandes establecimientos emblemáticos: el Palacio de Santa Paula y el Meliá Granada, que comienzan a funcionar a partir de este jueves y que durante estos días han estado reactivando la maquinaria que conlleva reabrir un establecimiento de estas características.

Desde la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada se muestran optimistas y confían en que la planta de cuatro estrellas de la ciudad vaya saliendo de su hibernación animada por la apertura de la movilidad, aunque en mayo sólo reabrirá el 20% de lo cerrado. «El mercado andaluz siempre se ha portado bien con nosotros y confiamos en que suponga un símbolo de normalidad. Los hoteles están viviendo una situación muy dura, con muchos gastos incluso cerrados», apunta Antonio García, secretario general de la Federación, que resalta el buen momento para visitar Granada con la tranquilidad que se respira en la visita a la Alhambra, por ejemplo.

Gerardo Castilla, presidente de la Asociación Provincial de Hospedaje –integrada en la Federación Provincial de Hostelería- dibuja un escenario de desescalada «a medio gas». Empiezan a recuperar su actividad los hoteles que la redujeron –o que no llegaron a abrir– tras el verano, especialmente los de menor tamaño, gestionados directamente por sus propietarios y sin grandes infraestructuras.

En el caso de los grandes hospedajes de la capital y la provincia, vaticina que no habilitarán todas las plantas, sino que funcionarán al 50% de su capacidad. Independientemente del tamaño, por ahora han llegado pocas solicitudes de habitación. «Vamos a abrir, pero de momento sin reservas, porque todavía no ha dado tiempo a que el cliente se anime a reservar», explica.

El director del hotel AC Palacio de Santa Paula, Vasco Gomes, se mostraba ayer feliz ante la posibilidad de que puedan acudir al hotel los turistas andaluces. Sin embargo, este establecimiento se había planteado abrir sus puertas este jueves sin saber que se suspendería esta restricción de movilidad. «Las reservas están entrando paulatinamente. Aquí no hay milagros pero estamos súper optimistas y felices con esta apertura que permite a los andaluces moverse entre provincias», señala este director de hotel. Vasco Gomes explica que desde Santa Paula están rediseñando la vida del hotel para abrirse a la ciudad y que sea un espacio frecuentado por los granadinos. «Hemos preparado una carta con productos de la tierra y un brunch muy especial. Queremos que el granadino venga al hotel para asistir a actos culturales, tomarse una cerveza o para una cena más especial», explica el responsable del hotel Santa Paula, que ha estado un año cerrado.

En el Meliá Granada, que abre hoy, empezaron a ayer a entrar las reservas con más fluidez. Tomaron la decisión de abrir el lunes, según señala Fran Abril, jefe de recepción, y se alegraron de haber tomado esta determinación al conocer que también podrían recibir turistas andaluces. «Hay mucho trabajo detrás de la reapertura de un hotel pero nosotros estábamos ya preparados y deseando», anota el responsable de recepción del Meliá, que desde que comenzó la pandemia solo había estado abierto durante 26 días en octubre.

El turista andaluz no era el mayoritario en la comunidad antes de la pandemia. Solo el 33% de los visitantes que se movieron por Andalucía en el tercer trimestre de 2019 tenía como procedencia otra provincia de la comunidad autónoma. «Nosotros necesitamos al cliente nacional para empezar a tener una cierta normalidad. Eso en cuanto a los hoteles pequeños. Los grandes, necesitan al cliente internacional», añade Gerardo Castilla.

Recuperar a corto plazo los grandes flujos de turismo internacional parece una entelequia. En cuanto al nacional, los visitantes del resto de España no tienen permitido acceder a Andalucía –salvo causas justificadas– hasta que el cierre perimetral de la región llegue a su fin. Está por ver si esto ocurrirá el próximo 9 de mayo, cuando está previsto que concluya el estado de alarma. Castilla estima que reabrirán ahora los de los de menor tamaño.

También entre los grandes hay varias aperturas previstas, según sus páginas web, como Villa Oniria oSenator. Alixares y Abba posponen sus reaperturas a junio. El 100% de la planta hotelera de Granada no estará disponible, pronostica Castilla, hasta que no se restablezca por completo el movimiento turístico previo a la pandemia.

Poner en marcha un hotel –en muchos casos, cerrados desde marzo de 2020– no es sencillo, y puede ser un fiasco económico sumado a los meses de pérdidas que arrastra el sector. De ahí que la mayoría no hayan dado aún el paso y esperen al mejor momento, siguiendo de cerca las estadísticas de acceso a sus portales de reserva en Internet para garantizarse que las habitaciones serán ocupadas. «Necesitamos la movilidad nacional. No es entendible que abran las provincias dentro de la comunidad, pero un turista por ejemplo murciano no pueda venir a Granada», resume.