Un grupo inversor español compra la mayor parte de las acciones del hotel Alhambra Palace de Granada

La llegada del imponente edificio a 800 metros de altitud en la colina de Peña Partida se convirtió en un acontecimiento en la ciudad y desde entonces ha sido testigo de más de un siglo de su historia. Construido con los más modernos sistemas de la época, a base de una estructura de hierro bajo la dirección de un arquitecto inglés y del granadino Modesto Cendoya, durante el pasado siglo alojó desde reyes como Abdullah y Hussein de Jordania o Juan Carlos de Borbón a todo tipo de personalidades del arte, cultura o la política que llegaban a la ciudad de la Alhambra.

110 años después, el Alhambra Palace abre una nueva página de su historia con la entrada en su accionariado de nuevos inversonistas privados españoles. La compra de la mayoría de las acciones del hotel no va a suponer un cambio de rumbo en su gestión sino que, según ha sabido este periódico, la hasta ahora propiedad, herederos de la familia fundadora del establecimiento –aunque ya en minoría–, tienen garantizado el mantenimiento de la línea de negocio y oferta de calidad.

La operación, que se formalizó el pasado mes de diciembre, incluye a varios compradores, el más importante ha decidido no entrar en el consejo de administración, aunque está representado en él. Según la información del registro mercantil, Esperanza Barreda Maldonado, miembro de la familia fundadora, se mantiene como presidenta y consejera de la sociedad junto al empresario Diego Fontán Zubizarreta y al ejecutivo Rodrigo Unceta de la Cruz. Además de en este negocio del Alhambra Palace, Fontán Zubizarreta figura como ejecutivo en sociedades de sectores como el inmobiliario, gestión de fondos o elaboración de productos de pesca en las provincias de Álava, Madrid, Navarra, Pontevedra y Vizcaya. Uceta de la Cruz también mantiene cargos de dirección en sociedades de Madrid y Santander.

Los nuevos accionistas mantendrán a los profesionales del hotel así como la línea de gestión desarrollada hasta la actualidad en este cinco estrellas, donde tiene un gran peso el cliente internacional, y se centrarán en los mercados donde ha venido creciendo en los últimos años.

En esta nueva etapa la sociedad apostará igualmente por impulsar tanto el hotel como la marca Granada a nivel nacional e internacional y mantener la singularidad y prestigio del establecimiento.

El establecimiento cerró sus puertas en marzo, cuando se decretó el estado de alarma, y aún no tiene tiene fecha para la reapertura, al igual que la gran mayoría de la planta hotelera granadina. La reapertura podría producirse en el próximo mes de septiembre.