Granada - Zahony, un corredor roto por el tramo de Almería
El enlace ferroviario con la provincia vecina será el último en integrarse en la red europea de transporte de pasajeros y mercancías
La avenida de Andaluces, en Granada, y la plaza Europa, en el pueblo húngaro de Zahony, están separadas por 2.492 kilómetros en línea recta. ... Si un tren de mercancías saliera del primer punto con destino al segundo, atravesaría el corazón de la Unión Europea, el eje que concentra el 66% de la riqueza de la comunidad:Barcelona, Marsella, Lyon, Milán, Budapest... De este viaje, por ahora, hay que hablar en condicional:el corredor se rompe en Almería.
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El proyecto se escribe en papel mojado desde hace dos décadas. El 28 de noviembre de 2001, IDEAL publicó que Granada quedaría desconectada de la línea de alta velocidad del Levante. El PP rechazó en el Congreso una proposición del PSOE para estudiar la conversión de la línea Granada-Moreda-Almería a ancho internacional. Fue el primer golpe a la integración de Granada en el Corredor Mediterráneo, la gran infraestructura que permitirá conectar la frontera de Hungría con el sur de España en 2026. El último varapalo llegó el pasado 10 de noviembre, cuando el Gobierno confirmó que el Corredor llegará hasta Almería en un lustro, lo que deja a Granada fuera de los planes. Una vez más.
Empresarios y administraciones coinciden en que Granada debe subirse al carro de la infraestructura. Para comprender el porqué de este empeño, hay que entender qué es el Corredor, que supondrá y por qué la provincia está en el vagón de cola del proyecto.
El Corredor Mediterráneo es uno de los nueve ejes que forman parte de la Red Transeuropea de Transporte, el entramado de vías que conecta los países de la comunidad. No es una infraestructura por sí misma, sino un concepto:la unión de 25 tramos ferroviarios de 5 países del arco mediterráneo. Esto supone un recorrido sobre raíles de alrededor de 3.500 kilómetros, según datos de la plataforma Quiero Corredor.
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Estos 3.500 kilómetros deben estar preparados para que puedan circular pasajeros y trenes de mercancías. Esto implica –es el objetivo de máximos– que haya una doble plataforma ferroviaria. Simplificando, que todos los tramos cuenten con dos vías por cada sentido de circulación. Además, estas vías deben estar preparadas para que ruede sobre ellas cualquier máquina, venga de donde venga, vaya a donde vaya.
Y es en este punto donde España, extremo sur del Corredor, es un escalón. Las vías europeas son de ancho internacional, pero la red de ferrocarriles española se construyó con el conocido como 'ancho ibérico': hay 23 centímetros más de distancia entre un raíl y el otro. Esto permitía emplear máquinas con más potencia para sortear los desniveles. Pero implicaba que la Península quedara desconectada de Europa. Progresivamente, España se ha adaptado al ancho internacional. En algunos tramos, empleando el recurso de colocar un tercer raíl.
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El objetivo de las plataformas que impulsan el Corredor –que reclaman el cumplimiento de las directivas europeas y los compromisos nacionales desde hace dos décadas– es que las líneas del Levante y Andalucía tengan vía directa con Perpignan en ancho internacional en 2026. El Gobierno se ha comprometido a cumplir con este horizonte, pero solo hasta Almería. Simplificando:una vez concluidas las obras en el litoral, un tren internacional que entre por la frontera francesa solo podrá llegar hasta Almería, lo que deja fuera del eje a media Andalucía.
Otro inconveniente de la diferencia entre raíles: un tren ibérico que sale de Almería no puede continuar hasta Sevilla o Madrid porque las vías a partir de Granada están preparadas para la circulación de trenes de alta velocidad, que tienen ancho internacional. Ahí entra en juego el intercambiador que Adif está construyendo en el Cerrillo de Maracena. Este dispositivo permite, por así decirlo, aumentar o disminuir la distancia entre las ruedas de determinados trenes, preparados para ello. Cuando esté concluida, los procedentes de Almería podrán atravesar Granada y seguir hacia Antequera.
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La solución a todos estos inconvenientes es desplegar vías de ancho internacional entre Granada yAlmería. De una capital a otra hay en la actualidad dos tramos ferroviarios de vía única y ancho ibérico: el Granada–Moreda, de 56,7 kilómetros de longitud, y el Moreda–Almería, de 124,7 kilómetros. En total, 180 kilómetros que quedan descolgados de los planes del Gobierno central para 2026.
«El tramo Granada-Almería es clave para que Granada no se quede en el vacío ferroviario, en el gran cráter ferroviario del sudeste español en cuanto a densidad de servicios», señala Rainer Uphoff, uno de los portavoces de la plataforma Granada por elTren. Reclaman que se ejecute el proyecto tal y como está previsto, teniendo en cuenta que ya hay estudios previos para la línea desde el año 2009. Si el Gobierno espera a que termine la integración de Almería en la Alta Velocidad sin iniciar las obras en Granada, «significaría estar sin fondos europeos, y no se ejecutaría nunca».
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El Corredor no es solo el Corredor: servirá para impulsar centros logísticos de mercancías, puede ser un acicate para el enlace ferroviario entre Granada y Motril y para la línea Guadix-Baza-Lorca. «Es esencial para superar el vacío ferroviario del sur. El tren vertebra el territorio y actúa contra la despoblación si se gestiona adecuadamente», opina.
Los próximos tres meses serán clave para la integración de Granada –y de media Andalucía– en el Corredor Mediterráneo en 2026. Es el margen –un voto de confianza– que la Mesa del Ferrocarril da al Gobierno central para que presente el estudio de funcionalidad de la infraestructura.Este es el documento que debe dar el visto bueno a las obras que permitan que un tren que salga de Granada pueda llegar hasta Zahony.
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La primera 'desconexión' del Corredor cumple dos décadas
La primera referencia en la hemeroteca de IDEALal Corredor Mediterráneo como un proyecto consolidado es del 28 de noviembre de 2001. «El corredor ferroviario del Mediterráneo terminará en Almería si se cumplen las previsiones del Plan de Infraestructuras del Ministerio de Fomento», anunció entonces el diario. La situación, hoy en día, es similar. El estudio informativo de 2009 quedó en papel mojado y no hay fecha comprometida para la modernización del tramo Granada-Almería.Es el único del país que no está en marcha.
En 2017, aquel estudio sometido a información pública en 2010 quedó desechado.Lo consideraron inasumible:incluía una treintena de puentes. Un año después se volvió a plantear un estudio funcional. El Gobierno alega cuestiones técnicas para no iniciar las obras entre Granada y Almería hasta que no acaben los trabajos del AVE entre Almería y Murcia, comprometidos para 2026. Es decir:el año en el que esté acabado el Corredor Mediterráneo, aún no llegará a Granada.
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