Sanidad en Granada

Granada supera el pico de tosferina tras registrar 900 casos en seis meses

La incidencia de casos de tosferina empezó a crecer en la provincia de Granada el pasado mes de diciembre, para ser exactos. De primeras, hubo quien no le dio importancia al confundirlo con un catarro. «Así suele empezar, como un catarro leve, como si fuera una especie de alergia. Normalmente, los síntomas duran entre una semana y diez días. Al final, la tos se torna seca en salva con un gallo final. No paras de toser y no puedes respirar», explica el epidemiólogo del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano, Carlos del Moral.

El nivel de infección depende en la mayoría de los casos de si la persona afectada está vacunada o no y de si tiene o no defensas. En los adultos, la enfermedad se desarrolla, por norma general, de forma leve, mientras que en los lactantes puede resultar muy grave, incluso mortal. Tres bebés han fallecido en España desde que comenzó el brote el año pasado contagiados de esta bacteria que impide respirar. Investigadores del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona han detectado recientemente una nueva variante y la relacionan con la magnitud de la epidemia de este año.

En este sentido, el experto granadino advierte que la tosferina se contagia «con mucha facilidad». «Esta bacteria produce una toxina. Con el antibiótico, matamos el germen de la garganta, pero las toxinas siguen actuando. Se transmite por las gotitas minúsculas que salen de la boca al toser o al hablar», señala. Según él, lo normal es que haya una onda epidémica «cada tres o cinco años». Esto se debe a que la vacuna «no es completamente eficaz». Hace años, se lanzó una inyección al mercado, «pero daba muchos efectos secundarios», apunta, y se cambió a otra. Esta última no deja tantas secuelas, pero no es tan efectiva.

La estrategia contra la tosferina está, en opinión de Carlos del Moral, «en que las embarazadas se vacunen para que los niños tengan defensas cuando nazcan». Hay que tener en cuenta que la vacunación en recién nacidos empieza a los cuatro meses. El objetivo es que estén protegidos hasta entonces. Los casos más graves «se dan, sobre todo, en personas inmigrantes no vacunadas o en embarazadas que son contrarias a la vacunación».

En el incremento de los contagios «también ha influido la pandemia». «Hemos estado tan pendientes de usar la mascarilla y de evitar el contacto con otras personas que habíamos olvidado otras enfermedades», sugiere el epidemiólogo. La sociedad ha perdido esa inmunidad al no haber estado expuesta a las mismas durante ese tiempo. La tosferina no es estacional, pero sí «más transmisible con el frío, cuando estamos más en contacto, con menos ventilación, en espacios cerrados».

A día de hoy, los granadinos pueden estar tranquilos. «Ya casi no tenemos casos en la provincia. Después de meses, estamos mejorando muchísimo», asegura Del Moral. Tras casi un millar de contagios en apenas medio año, insiste en la principal recomendación de los expertos: «vacunarse es fundamental».