Granada

El mercadillo del Zaidín se planta: «¡Aquí no se puede!»

El nublado de la mañana no auguraba nada bueno. Ni tampoco bonito ni barato. El mercadillo del Zaidín debía inaugurar este sábado su nueva ubicación en la calle Baden Powell, a la orilla del río, frente a la Feria de Muestras de Armilla. A primera hora, una larga ristra de furgonetas blancas se reparte a ambos lados de la calzada, pero nadie, ninguno de los 150 vendedores que llevaban 13 años acudiendo puntuales a Torre de la Pólvora, descarga sus mercancías. «¡No se abre nada!», exclama José. «Tenemos que ser solidarios con los compañeros a los que les han tocado sitios malos». Manuel Zurita, a su lado, señala con ambas manos la distancia que separa su puesto del de José. «¡Mira qué estrechez!». Justo en ese momento, una furgoneta pasa por mitad, pisando las líneas blancas donde deberían ir los puestos. «Es que es imposible. Tú me dirás, ¿si viene un vehículo ahora cómo gira para meterse aquí?».

El caso de Inma es uno de los más llamativos. «Mira lo que tengo, es imposible montar», dice mostrando su furgoneta, subida a una pequeña rampa encajonada entre una barandilla y una farola. «No puedo descargar, no puedo montar... ¿Cómo es que nadie se había dado cuenta de esto? ¡Aquí no se puede!».

Enfrente, junto a una caseta de la luz, Francisco levanta las manos al cielo y pregunta a gritos: «¿Por qué no han tenido en cuenta nuestra peticiones? ¿Cómo monto aquí? ¿Y cuando llueva, qué? Hemos perdido nuestro puesto de trabajo y no solamente hoy, la semana que viene y la otra y la otra... ¿Quién paga esto? ¿Por qué nadie se digna a hablar con nosotros?».

A eso de las 9.30 horas, con la decisión en firme de no abrir el mercadillo, dos técnicos del ayuntamiento inician una ruta puesto por puesto para conocer y anotar los problemas que presentaban los comerciantes. «Mi furgoneta tiene seis metros y ocupa de raya a raya. ¿Cómo descargamos?», pregunta Manuel, disgustado. Ramón Román les explica que su puesto está colocado de tal manera que corta la calle de entrada, bloqueando el paso a los compañeros. Y Francisco de la Fuente dice que ahí, junto al río, «está atrapado, unos pegados a otros. ¿Y si hay una urgencia? ¡No puedes hacer nada!», lamenta.

Antonio, rodeado de un grupo de trabajadores, asegura que están dispuestos a dialogar, pero que no les escuchan. «Aquí estamos todos afectados. Algunos más que otros, claro. Mira, a los que están en la pérgola les dijeron que la altura era de 4 metros... Pero eso es en la cúpula, no abajo, donde tiene 2,45 metros ¡y es imposible montar! Si se sientan con nosotros podemos reubicar esto porque somos entendidos de nuestro trabajo. Ellos hacen perfectamente el suyo, pero no tienen la idea que tenemos nosotros de organizar esto. No estamos cerrados ni al diálogo ni al cambio de ubicación ni a nada. Pero no quieren hablar con nosotros».

Este sábado, los comerciantes del mercadillo anunciaron que están creando una plataforma para luchar por sus derechos. Melchor Tirado ejerce, oficiosamente, como portavoz: «Conocimos el cambio de ubicación por la noticia de IDEAL. Nadie nos lo dijo a nosotros. No queremos que pase como les pasó a nuestros padres, en la Chana, que se tiraron meses sin montar... Queremos dialogar. Esto se podía haber evitado». Tirado atiende a varios medios de comunicación cuando un furgón de policía avanza, poco a poco, por la calzada. «¿Lo veis? El furgón ha pasado rozando... ¡y no están ni los puestos montados! Cuando estén montados ¿cómo entran? ¿Y si fuera una ambulancia?».

La concejala de protección ciudadana, movilidad y economía, Raquel Ruz, explicó este sábado, en un comunicado, que el mercadillo en Baden Powell está en «una zona con grandes posibilidades de venta, una zona amplia que no molesta a los vecinos, con más de 100 metros de distancia hasta las casas». Ruz subrayó que el mercadillo «llevaba 13 años en las puertas de los vecinos de las calles Torre de Pólvora y Marqués de Burgos, sábado tras sábado, en una ubicación que iba a ser provisional. Los vecinos veían secuestrados sus vehículos, su libertad de entrar y salid... Ponemos fin a 13 años de sufrimiento en una ubicación que nos parece adecuada para comerciantes y no molesta a los vecinos».

La concejala, además, dijo que esta semana han escuchado a los comerciantes ambulantes. «Nos han trasladado sus reivindicaciones y hemos dado respuesta, haciendo un esfuerzo titánico para que el lugar estuviera listo». Ruz, no obstante, lamentó que no se haya abierto el mercadillo este sábado: «Unos pocos han impuesto el plante a la totalidad de comerciantes, coartando su libertad de acción en una zona que muchos entienden que es adecuada y positiva para la realización de actividades económicas». «Seguiremos dialogando con ellos -terminó la edil-. Daremos respuesta a todas sus reivindicaciones y demandas en Baden Powell, porque entendemos que esa es la mejor ubicación».

Por otro lado, el presidente de la asociación de vecinos Nuevo Zaidín, Carlos Aranda, mostró su apoyo a los comerciantes. «Hay inseguridad, la mercancia puede caer al río y el daño al parque es inevitable». «La concejala Ruz -siguió Aranda- asegura que hay más de 100 metros de distancia a las viviendas. Pues desde el puesto de la rotonda al edificio Europa 2 hay 25 metros. Y las vías de escape están taponadas. ¿Qué pasa en caso de incendio? ¿Y si alguien sufre un infarto? Tampoco hay aparcamientos y... ¿qué pasará cuando haya un evento en Fermasa y no puedan cruzar los puentes?».

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