Guadalupe García
Viernes, 4 de julio 2025, 00:24
La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, presentó ayer un nuevo y ambicioso programa educativo para implicar a niños de entre seis y doce años en ... la candidatura a la Capitalidad Cultural 2031. La idea es convertir a los centros escolares en semilleros de cultura, participación y creatividad. El programa nace con el objetivo de que la infancia se convierta en parte activa del relato cultural de la ciudad, comprendiendo el significado de la capitalidad, reconociendo el valor de su patrimonio y proyectando su mirada al futuro.
Carazo puso de relieve una fecha: «Los meses de septiembre a diciembre son claves, es cuando tendremos que pasar el filtro para ser Capital Europea de la Cultura». Es por ello que ayer, en el Palacio de Quinta Alegre, alentó a «sumar fuerzas» para que la nueva guía didáctica funcione a todo motor en colegios, conservatorios y centros de Granada que formen a los más jóvenes. Más de 20.000 escolares de Primaria participarán en talleres, exposiciones, juegos culturales y propuestas creativas sobre la Granada de 2031.
Esta iniciativa, creada junto con la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía, se presenta como unas pautas que «van a permitir hablar de patrimonio, de personas que representan la cultura y de los valores europeístas». «Sobre todo, lo que los evaluadores miran es que esto sea un deseo colectivo, que todos queramos ser Capitalidad Europea», explicó.
Este programa se articula en tres fases didácticas principales, más una etapa final abierta a la participación pública, con una metodología lúdica, interdisciplinar y flexible que integra áreas como Conocimiento del Medio, Lengua, Educación Artística y Valores Éticos. Cada fase está diseñada para fomentar no solo el aprendizaje académico, sino también la sensibilidad artística, el pensamiento crítico y la implicación emocional del alumnado.
La primera fase, titulada 'Bienvenidos', se inspira en el tema del mítico Miguel Ríos, símbolo universal de Granada. A través de su canción, los niños y niñas reflexionan sobre el valor de la comunidad, la colaboración y el poder de la cultura como experiencia compartida. Se realizan audiciones, representaciones escénicas, adaptaciones musicales y actividades de interpretación creativa, que convierten cada aula en un pequeño escenario donde se ensaya la Granada que viene.
La segunda fase, 'El lao de la pena', se sumerge en las raíces culturales de la ciudad. Guiados por la música del grupo granadino La Plazuela, el alumnado reflexiona sobre lo auténtico, lo local, lo que permanece en la tierra y define la identidad colectiva. Mediante juegos como 'Memorión Nazarí', 'Definiciones con sello de Graná' o el 'Laberinto Lorquiano', los escolares descubren a Lorca, a El Niño de las Pinturas, las palabras propias del habla granadina, las fiestas populares y los sabores que definen su entorno. Esta fase es también una invitación a mirar el pasado como semilla del futuro, conectando tradición y vanguardia, oralidad y creación.
La tercera fase, 'Todo va a cambiar', impulsa una mirada hacia adelante. Con la canción del grupo Niños Mutantes como punto de partida, se propone a los estudiantes que imaginen, diseñen y presenten su Granada soñada de 2031. Las propuestas podrán materializarse en dibujos, cuentos, cómics, maquetas, animaciones, canciones, entrevistas ficticias o vídeos. Una de las actividades destacadas es la creación de un 'Buzón de sueños', donde se recogerán cartas de los propios alumnos, sus familias y el profesorado, con ideas y compromisos para una Granada más inclusiva, sostenible y creativa.
Carazo informó de que, próximamente, se compartiría el documento que explica estas fases en detalle, pero avanzó que el objetivo es que «los niños lo expresen en las calles, que muestren todas estas lecciones fuera de los centros educativos».
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