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Antonio Sánchez
GRANADA
Domingo, 4 de marzo 2018
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El próximo domingo 26 de marzo se cumplirán 633 días del macrotraslado de pacientes desde los hospitales Clínico y Traumatología hasta el Campus. Décadas de historia de médicos, enfermeros y auxiliares parecían cerrarse para dar paso a un nuevo modelo de gestión sanitaria basado en la unificación de especialidades en un mismo centro hospitalario. Un modelo que la Junta de Andalucía abanderó y que duró poco más de siete meses. Tras un año de ‘desfusión’, en tres semanas Trauma volverá a ser Trauma, el Campus se convertirá en heredero del Clínico y Granada tendrá los dos hospitales ‘completos’ que pidió.
Junto a los traslados de consultas que se concentrarán en la primera quincena de marzo –escalonadamente se moverán las atenciones de Pediatría, Ginecología, Oncología, Digestivo, Cardiología y pruebas funcionales–, la separación definitiva de ambos complejos hospitalarios tiene dos días marcados en rojo en el calendario. Por un lado, el sábado 24 de marzo se moverá desde el antiguo Clínico San Cecilio hasta el Campus toda la hospitalización relacionada con el área Materno-Infantil. Y al día siguiente, comienzo de la Semana Santa, ocurrirá lo mismo con la parcela Neurotraumatológica que tiene que desplazarse desde el Campus hasta el reformado hospital de Traumatología. La previsión que se maneja desde las gerencias de ambos complejos sanitarios es que el sábado 24 se trasladen unos 15 pacientes del área Materno-Infantil del antiguo Clínico al Campus y que al día siguiente se muevan unos 100 ingresados de la sección Neurotraumatológica del Campus al hospital de Traumatología. En ambos días, como ocurriera en julio de 2016, los hospitales se coordinarán con los servicios de emergencias y de seguridad para realizar los traslados en el menor tiempo posible, pero a la vez con la máxima seguridad para los pacientes. Será el lunes 26 de marzo cuando ‘Trauma’ funcionará a pleno rendimiento, con todos los servicios y espacios en marcha, incluida la hospitalización, la cirugía, la UCI y las urgencias, y la ‘desfusión’ habrá terminado.
Acabados los traslados el antiguo Clínico volverá a vaciarse como ocurrió en el verano de 2016. Allí quedarán por el momento una unidad ambulatoria anexa del hospital General del Virgen de las Nieves, permanecerá un acelerador para el tratamiento del cáncer y Salud tendrá que volver a repensar qué uso le da a esta instalación que durante todo el proceso de fusión fallida y posterior separación ha servido para descongestionar al resto de hospitales, saturados por el cierre de Traumatología hasta hace unas semanas.
Al mismo tiempo ambos hospitales están abordando desde hace meses intercambios de profesionales que seguirán a lo largo de todo este mes. El pasado martes se publicaron en Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) los listados definitivos de Enfermería que aún estaban pendientes. Al respecto, la consejera de Salud Marina Álvarez expresó el pasado jueves que estos movimientos se ha realizado «procurando que se incida lo mínimo en la asistencia y en el trabajo diario de los profesionales y primando siempre la seguridad en los pacientes». Precisamente este es uno de los aspectos en los que la ‘desfusión’ quiere diferenciarse del proceso de unión hospitalaria de hace dos años. La intención de las gerencias de ambos hospitales es que el movimiento de pacientes sea el mínimo posible y que el 26 de marzo se funcione en cada instalación hospitalaria de Granada como si el día anterior no se hubiera movido una cama. La administración sanitaria asume que si supera esta ‘prueba’ y la ciudadanía percibe una mejor atención sanitaria durante las próximas semanas la crisis de los hospitales granadinos se habrá cerrado por completo.
Los gerentes de ambos complejos, Pilar Espejo y José Luis Gutiérrez, encaran las últimas semanas de ‘desfusión’ con ganas de que este proceso llegue al final. Ambos reconocen que el año que llevan en Granada se ha trabajado con una «gran complejidad» no sólo en lo relativo a la planificación sino también en la «gestión de las emociones de pacientes y profesionales, con muchas circunstancias especiales y generando heridas que tardarán tiempo en cicatrizar». No obstante, aseguran los dos que su ánimo es «pasar página y mirar al futuro». En ese 26 de marzo en el que ya se trabajará en los dos complejos sanitarios de forma independiente ya trabajan tanto Espejo como Gutiérrez. La primera recalca que desde hace semanas se incide en la «normalización del trabajo hospitalario» para que ya no se «pierda tiempo hablando de la ‘desfusión’» y los casos clínicos y los pacientes vuelvan a estar en las conversaciones de pasillo de ‘Trauma’, el Materno-Infantil y el hospital General. José Luis Gutiérrez , por su parte, permanecerá en el hospital del Campus. Asegura está deseando retomar «la vida normal de un hospital» y salir de la situación de «provisionalidad y continuo cambio» en la que se instaló Granada hace dos veranos.
Esa normalidad llegará, si no hay retrasos, el 26 de marzo. Será tras tres masivas manifestaciones y otras tantas concentraciones que pusieron contra las cuerdas uno proyectos más ambiciosos en la provincia en la historia administración autonómica y que obligaron a Salud a ceder el 7 de febrero de 2017 e iniciar un proceso de ‘desfusión’ hospitalaria que acabará en unas semanas.
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