Granada clama hoy por la reconexión ferroviaria

El 7 de abril de 2015 se tomaba la decisión de cortar al tráfico el tramo de vías entre Antequera y Granada, para acometer las obras del AVE. La suspensión iba a ser para escasos cuatro meses, pero ya se han superado los 33. Desde entonces, ese aislamiento se traduce en que los granadinos deben coger un autobús en la capital para llegar a Antequera, donde embarcan en un tren con destino, Madrid o Sevilla.

Los percances que ha sufrido el proyecto desde aquella primavera de 2015 han sido muchos, empezando por los problemas con las adjudicatarias, que llegaron a dejar abandonada la obra del tramo de Loja durante casi un año porque pedían más dinero del que aceptaron al fimar el contrato.

Tras más de dos años y medio de corte, las obras se dieron por terminadas el pasado 30 de noviembre, fecha en la que empezaron las pruebas de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria. Unas verificaciones para las que no se han ofrecido plazos, y que desde el ministerio de Fomento insisten en que no se puede calibrar cuánto tiempo será necesario.

En este tiempo, el descontento ha crecido en la provincia y los representantes sociales quisieron materializarlo esta semana en la lectura de un manifiesto en el que enumeraban los perjuicios que se estaban dando para Granada. Esta misma semana, una representación de la Mesa del Ferrocarril -con la notoria ausencia del PP- acudió al Congreso de los Diputados para tratar de lograr el compromiso de que presionarán para que se cumplan los plazos tanto para la vuelta de los trenes, como de la segunda fase en la que se deberían acometer el soterramiento y la Variante de Loja.

Ante la incertidumbre por esa segunda fase y por la vuelta del servicio ferroviario, las instituciones han convocado a la sociedad granadina esta mañana a la concentración.