Granada asienta la senda del crecimiento y suma población por cuarto año consecutivo
Las cifras ofrecen el retrato de una provincia más envejecida y que depende completamente de los ciudadanos de origen extranjero para crecer
Después de unos años, durante los momentos más difíciles tras la crisis económica de 2008, en los que pensar en crecer en términos de población ... parecía una quimera de difícil arreglo, la recuperación, que comenzó a asentarse a partir de 2018, hizo que Granada comenzase a ofrecer de nuevo cifras positivas. Una tendencia, tentativa al principio, que parece consolidarse cada vez más a pesar del evidente efecto que la pandemia ha tenido sobre la mortalidad. Por cuarto año consecutivo, la provincia creció en número de empadronados, de acuerdo con los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este crecimiento, eso sí, fue más escueto que el de años previos. En concreto, el número de habitantes de la provincia aumentó en 157 personas entre el 1 de enero de 2021 y el mismo momento de 2022. La cifra supone una caída de 93 puntos sobre los 2.170 del año previo, y de más de 96 con respecto a los 4.490 de 2020. Un descenso significativo que supone el primer nubarrón de preocupación, a la espera de las cifras definitivas, en una tendencia que dura ya casi un lustro pero podría variar pronto.
Pese a todo, Granada es una de las cinco provincias andaluzas que registró datos positivos de crecimiento de población a lo largo de 2021, pese a presentar el incremento más bajo de todo el entorno autonómico. Las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla perdieron población durante el último año, mientras que Málaga, por el lado contrario, pulverizó las estadísticas nacionales tras sumar 20.652 habitantes.
Con 921.495 empadronados en total, la provincia granadina registra a comienzos de 2022 la cifra de población más alta de la última década.
Cambios estructurales
Los datos oficiales del organismo estadístico nacional muestran dos tendencias que se consolidan también en 2022 y que suponen cambios estructurales en la distribución de la población en Granada. El primero de ellos es el envejecimiento general de la población y la reducción de la natalidad. Los menores de 20 años suponen cada vez un peso específico menor sobre el total de habitantes y ya están cerca de encontrarse al mismo nivel de los mayores de 65. Este conjunto de granadinos supone el 19,7% del total, 2,8 puntos menos que hace veinte años. Por el lado contrario, el porcentaje de mayores no deja de aumentar, tras pasar del 16,8% en el año 2022 hasta el 18,6% en la última edición de la estadística.
De hecho, hace dos décadas el grupo quinquenal de población más numeroso es el que abarcaba entre los 25 los 29 años. En esta ocasión es el de 45 a 49, lo que da una idea de los cambios de fondo. El porcentaje que los bebés menores de 5 años suponen sobre el total de habitantes de la provincia ha pasado del 5% hace diez años al 3,9% actual.
El segundo movimiento tectónico tiene que ver con el origen del crecimiento, que en el caso granadino proviene exclusivamente de familias de origen foráneo. De hecho, mientras los habitantes provenientes de España eran 1.223 menos el 1 de enero de 2022 que en el mismo momento del año previo, la cifra de extranjeros aumentó en 1.380, lo que ofrece ese saldo final de 176 personas de crecimiento. Al ser este resultado final tan escueto, Granada resulta ser la provincia española en el que la subida demográfica de población de este origen tiene más peso sobre el total.
Esta tendencia no es ni mucho menos exclusiva de la provincia. De hecho, todas las provincias de Andalucía, con la excepción de Córdoba, muestran subidas en el número de extranjeros, mientras que solo dos de ellas, Málaga y Almería, hacen lo propio con los de origen nacional.
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