Los grafitis convierten La Chana en la residencia de los Dioses

La calle Rubén Darío del barrio de La Chana de Granada es la residencia de los Dioses Hércules y Hermes. Dos perfiles gigantescos de sus testas recorren las cuatro alturas de sendos bloques de esta calle chanera. Impresiona. Al menos por dos razones. La primera es la belleza del trazo, que te congela como cuando das al stop en YouTube y la imagen se detiene. La segunda es el entorno obrero y de barrio que muta en Olimpo al acoger en su piel a los Dioses de la Nueva Grecia Antigua: Hércules y Hermes. El conjunto de barrio y arte urbano, de día a día y reflejo de la eternidad, es memorable.

El proyecto fue lanzado hace ya unos meses por un estudiante de Bellas Artes de la Universidad de Granada y fue asumido por la asociación de vecinos de La Chana, explica su presidente, Rufo Fernánez Ocaña. «El estudiante solicitó todos los permisos necesarios a las comunidades de vecinos, que aceptaron encantadas. Por nuestra parte, nosotros colaboramos con una apoyo financiero, porque solo en pintura y en el alquiler de la grúa se va una pasta», explica.

El proyecto se terminó en tiempo y forma y los vecinos lo han abrazado encantados. Hércules y Hermes asoman cada mañana sus cabezas poderosas y en vez de empoderar endiosan al vecindario, que les saluda cada mañana, orgullosos de un proyecto que solamente acaba de empezar.

No son dioses cualquiera los elegidos para La Chana. Veamos. Hércules era el nombre en la mitología romana del héroe de la mitología griega Heracles. Era hijo de Júpiter, el equivalente romano del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena. Llevó a cabo doce grandes trabajos, llamados Los doce trabajos de Heracles y fue divinizado. Hermes, en la mitología griega, es el dios olímpico mensajero, de las fronteras y los viajeros que las cruzan, el ingenio y del comercio en general, de la astucia, de los ladrones y los mentirosos.​ En la posterior mitología romana fue denominado como Mercurio. Hijo de Zeus y la pléyade Maya.

Los grafitis de Hércules y Hermes no son un caso único en La Chana. Hay dos grafitis más que dan pie entre todos a diseñar un proyecto de arte urbano al aire libre. La acción no se limita dar valor artístico y cultural al lugar sino que además sirve para cohesionar al vecindario al compartir todo el proyecto y participar en él.

«Es la idea», explica Rufo Fernández Ocaña. «Seguimos en conversaciones con el Ayuntamiento de Granada para buscar la forma de financiar una convocatoria que llame a los artisitas del grafiti para que se vengan a pintar las fachadas del barrio y que con todos el barrio sea un reclamo cultural para que la gente venga a visitarnos».

De momento, no están solos. El mítico Jesús Arias, músico chanero fallecido demasiado pronto tiene su propio mural en la cas en la que vivió con su familia, apenas a unas calles de los Dioses griegos Hércules y Hermes. El mural es obra de El Niño de las Pinturas y -junto a los bustos griegos-, ya hacen que merezca la pena el desplazamiento al barrio de La Chana.

Otro proyecto más cierra de momento una ronda de arte urbano incipiente y de lo más atractivo. Hace ya cinco años, Boamistura grafiteó la fachada del Centro de Servicios Sociales del barrio. El equipo de jóvenes madrileños grafiteó el Centro de Servicios Sociales de La Chana con el objetivo de conseguir fondos y emprender labores sociales en distintos lugares.