El Gobierno destina dos examinadores de tráfico a Granada para reducir las esperas
La provincia tiene un tapón de 5.000 personas que tardarán una media de tres meses en poder presentarse a la prueba de conducir
Las autoescuelas de la provincia empiezan a ver algo de luz al final del túnel en cuanto a exámenes prácticos se refiere. La Dirección General ... de Tráfico refuerza su plantilla de examinadores con la incorporación de 54 nuevos funcionarios. Dos nuevos interinos llegarán a Granada para aliviar el tapón de hasta 5.000 personas que están en lista de espera para poder examinarse de esta parte del carnet de conducir.
Estas dos personas ocuparán los puestos hasta que se adjudiquen de forma definitiva. Además de Granada, otras provincias de Andalucía –Almería, Córdoba Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla– también han recibido este refuerzo de examinadores. Esta medida, según indicó el presidente de la asociación provincial de autoescuelas de Granada y gerente de la autoescuela Genil, José Blas Valero, se les comunicó hace unas semanas y llega después de más de dos años sin ningún refuerzo de examinadores a la provincia.
En este tiempo, han llegado a vivir situaciones «extremas», como la del pasado mes de enero, cuando denunciaron que su actividad se veía limitada por la escasez de medios personales. Unas 6.000 personas tenían entonces que esperar una media de entre cinco y seis meses para poder examinarse. Actualmente, la espera es de tres meses, ya que en este periodo han recibido un itinerante, un funcionario de refuerzo que ha cumplido con el servicio de forma puntual, que les ha permitido dar un empujón a la situación.
Además, esperan que los dos nuevos funcionarios estén operativos en las próximas semanas para que este problema «no se prolongue más en el tiempo». De lo contrario, recalcan que estarían en «serios problemas».
En verano
José Blas Valero estima que la espera disminuya de cara a este verano. Con los dos nuevos interinos podrán examinar a 24 personas al día. Esta cantidad multiplicada por 20 días hábiles al mes, les permite atender a unas 500 personas cada mes.
«Esperamos que estas incorporaciones descongestionen el acceso a las pruebas. Seguiremos con dificultades, pero mejorará la situación con respecto a hace un año», asegura. El verano de 2023, recuerda, fue realmente «difícil» para el sector. Entonces, no tenían ningún refuerzo de funcionarios y la lista de espera ascendía hasta cinco y seis meses, por lo que esperan no volver a repetir esta situación.
22 examinadores
Es la cifra que reivindican las autoescuelas, para llegar al nivel de 2019
Pese a las mejoras en la perspectiva de futuro, desde la asociación dejan claro que, aunque han avanzado, «no están al día». Para llegar a ese punto, la provincia necesitaría 22 examinadores, como ocurría en el año 2019, pero con estas dos últimas incorporaciones solo suma 17, por lo que sufren aún deficiencias para trabajar de forma óptima.
Esta falta de examinadores no les permite proporcionar el mismo porcentaje de exámenes prácticos que teóricos, una situación que en Granada se acentúa «porque cuentan con otros centros desplazados además del de la capital», que son Motril, Baza, Loja y Guadix, donde la demanda de pruebas es también alta.
Los plazos se alargan, los alumnos no se pueden examinar cuando desean, por lo que no cumplen con los tiempos establecidos. «Hay gente esperando a pagar las tasas para poder ir a examen», declaran desde una autoescuela de la capital.
Desde la asociación explican que durante los meses de verano, en Semana Santa o Navidad es cuando tienen una mayor demanda por parte de los usuarios, por lo que solicitan para esas fechas el aumento de examinadores en forma de funcionarios que, posteriormente, puedan desempeñar otras funciones administrativas.
«Necesitamos una solución. Queremos que nos planteen alternativas o colaborar con la administración para llegar a otras en común. Es un problema histórico»
José Blas Valero
Esta situación no solo afecta al sector, que reconoce no poder atender toda la demanda de trabajo que tiene, sino que también tiene consecuencias para el resto de la ciudadanía. «Tenemos alumnos que necesitan el carnet de conducir, de coche o de moto, para poder opositar a Correos o a la Policía Local y que no llegan a tiempo a los plazos que tienen previstos», sentencia el presidente de la asociación.
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