«Hay gente con prejuicios hacia el andaluz. El que no nos entiende es porque no quiere»

Hablar con Salva Reina es tener la risa asegurada. Aunque conocido por sus papeles cómicos en series y películas, se mueve en el drama como pez en el agua. Entre rodaje y rodaje, aún saca tiempo para llevar las riendas de 'La Cochera Cabaret', el teatro independiente que creó en Málaga.

1.– Le llaman 'Chuki', pero Salva Reina está más cerca del payaso que del muñeco diabólico, ¿no?

–Sí, evidentemente. Es una profesión a la que le tengo mucho respeto. Hay gente que lo utiliza como insulto, pero para mí es un piropo.

2.– Estudió Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. ¿Mira mucho su cuerpo?

–Me gusta hacer deporte, pero no por mantener una línea estética, sino por salud. Para sentirme capaz de hacer cosas y hábil. Los vendedores de espejos lo tendrían fatal conmigo.

3.– ¿Se ha acomplejado de su acento andaluz?

–No, y no se trata de que yo tenga o no tenga complejos. Lo que creo es que hay gente con prejuicios hacia el andaluz y, sinceramente, el que no nos entiende es porque no quiere.

4.– ¿Ha heredado el cachondeo o es el 'cuentachistes' de la familia?

–Para nada. Mi padre y mis hermanas son las más simpáticas de la familia. Aunque no lo parezca, en las reuniones familiares el que menos gracia hace soy yo.

5.– ¿Ha estado encasillado?

–No, no me he sentido así. Es cierto que se acuerdan de ti para unos proyectos más que para otros conforme a tus últimos trabajos, pero yo he podido hacer de todo.

6.– En 'Malaka' es un policía que se mueve entre el bien y el mal. ¿Es Salva Reina un tío legal?

–Absolutamente. Tengo poco que ver con el personaje del Gato, aunque me gustaría tener su valentía.

7.– ¿Ha estado en comisaría?

–Sí, para sacarme el DNI (risas).

8.– ¿El drama le supone un reto?

–Los actores queremos hacer historias. La comedia o el drama ya lo pone la propia historia. Me tomo con el mismo rigor una cosa que otra y darle al personaje toda la verdad que puedo.

9.– ¿Para cuando un papel de galán a lo Mario Casas?

–Ojalá, mañana mismo (risas). Pero yo me veo más bien de galán de noche para colgar la chaqueta.

10.– ¿Ha aceptado algún trabajo que no le gustara?

–Siempre hay proyectos que te llaman más que otros. Todavía no estoy en el punto de poder rechazar guiones. Lo que no me gustaría es hacer una historia con la que no estuviera de acuerdo.

11.– ¿En cuántos castings le han rechazado?

–En unos cuantos (risas). Llevo un par de añitos con mucha suerte, pero también sé lo que es que no suene el teléfono, incluso después de grandes proyectos. Esta profesión puede ser muy puñetera.

12.– ¿Su escena más difícil de rodar?

–Cualquiera en la que el tiempo no acompaña.

13.– ¿Ha pasado ya la crisis de los 40?

–Estoy en ello. Ya me tapo el 'choped' por detrás (risas). Intento llevarlo con sentido del humor.

14.– ¿Es feliz o es sólo una filosofía?

–Intento serlo. La base de la felicidad es poder serlo con lo cotidiano. Para mí, quedar con los amigos para una cervecita es la felicidad plena.

15.– Está rodando 'Deudas', ¿tiene alguna?

–No. De hecho, lo paso fatal. Admiro a los que las tienen y duermen tranquilos, a mí me quitaría el sueño.

16.– ¿Qué hay que hacer para cabrearle?

–No soporto los abusos de poder. Me sacan de quicio, como cuando se anteponen normas estúpidas a realidades humanas.

17.– Dirige una sala de conciertos y teatro. ¿Dejaría la interpretación por el negocio?

–Para nada, me moriría. Mi idea cuando montamos 'La Cochera Cabaret' era hacer espectáculos yo mismo, pero al final la gestión del negocio me come mucho tiempo.

18.–Netflix y sofá o butaca de cine?

–Consumo ficción en plataformas, pero me gusta más el cine. Creo que las cosas son para disfrutarlas en su medio. Como los langostinos, que están más buenos en Sanlúcar (risas).

19.– ¿Un rincón para el verano?

–Bajaré a Málaga todo lo que pueda, pero cualquier parte de Andalucía en buena elección. Las playas de Almería y las sierras del interior son maravillosas.

20.– ¿Qué le pediría al 2020?

–Que la gente vuelva a los cines y a los teatros. La terraza de un bar no es más segura que una butaca.