Las gasolineras de Granada, nuevos bares de moda con la pandemia
Café, tostadas, cerveza, tabaco y prensa se encuentran a disposición delos clientes que acuden a las estaciones de servicio de las localidades que tienen cerrada la hostelería por las restricciones de la pandemia
Las gasolineras son los nuevos bares de moda. Abiertas en muchos casos 24 horas al día, se encuentran a disposición de los clientes que acuden las estaciones de servicio de las localidades que tienen cerrada la hostelería por las restricciones declaradas para contener los contagios de la pandemia.
Un buen ejemplo es la estación de servicio Río Monachil, en Huétor Vega, localidad donde hasta ayer estaban cerrados los bares y cafeterías. En ella se encuentran al frente sus propietarios, Antonio Reyes y Amparo Hitos. Yallí trabajan sus dos hijos. Uno de ellos, Antonio, y María José, su pareja, atendían en la mañana de ayer martes a los numerosos clientes de la gasolinera.
La estación ofrece los clásicos servicios para repostar y para el mantenimiento y limpieza de los vehículos. En el interior de la tienda, hay prácticamente de todo. Para el hombre y para el caballo. Es decir, para el conductor y la máquina. Como es habitual, dispuestos en estanterías y líneas de frío, la comida y las bebidas se combinan con los repuestos para los automóviles.
Pero, además, en el interior de la tienda, junto a la caja, hay una pequeña barra ahora en desuso por las restricciones, pero sí hay dispuestas cuatro mesas con dos sillas cada una. Ocho puestos con servicio de bar o cafetería con todos sus elementos. Lo único que se pude encontrar en Huétor Vega. Todo un lujo.
«Mantenemos el servicio de cafetería. Sobre todo servimos café», mantiene el propietario, Antonio Reyes. «Lo hemos notado en la segunda ola tras el verano. Yahora cuando se ha vuelto a cerrar Huétor Vega. «Se nota porque que viene la gente a desayunar. Otras vienen a repostar, como siempre, pero también las hay que vienen expresamente a comprar pan, y de paso se echan el cafelito».
Los precios son bastante económicos. «Un cafelito con leche vale 1,40 y la media de mantequilla, aceite o paté a un euro. Por 2,40 estás desayunao», explica Antonio desde detrás de la barra. Por eso, cuando cierran Huétor Vega, «la gente se viene a la gasolinera a desayunar. También llegan después de comer, a echar el cafelito o la merienda».
Clientela variada
Una de las personas que entra en la tienda de la gasolinera pide una barra de pan y un cafelito.
–¿Me lo puedo tomar aquí?
–Sí, por supuesto. Yse puede sentar en las mesas
–Sentado llevo todo el día, que soy transportista
Alfonso es un transportista de Alicante y no ha venido a repostar. Ha venido, como bien explicaban los dueños, a por pan y aprovecha para tomarse el cafelito. Son las 12.30 y la mañana es fría, así que entra de maravilla.
«Estoy de ruta por la zona. Transporto aluminio y resina. Vengo a descargar a Huétor Vega todos los martes y luego sigo hacia Huelva, entro en Portugal y llego hasta Lisboa». Así que se conoce de memoria las estaciones de servicio en las que puede parar porque tienen el bar abierto dentro. «Así que paro, voy al baño y me echo el cafelito, porque está todo cerrado».
En el otro extremo del Área Metropolitana de Granada se encuentra la estación de servicio Green Petroleum, en el límite con Atarfe. Lorena atiende la cafetería que se presenta vacía. Es grande y acristalada, «pero solo servimos desayunos a la gente que trabaja en los polígonos. Por la mañana sí que hay trabajo».
La historia se repite de gasolinera en gasolinera. Las hay que solamente son tiendas, como por ejemplo en Ogíjares y en La Zubia. O las hay que tienen el clásico bar anexo que, como en el caso de El Surtidor, en Pinos Puente, tiene sus puertas cerradas. Pero las que tienen cafetería, tienen de todo. Bueno, casi. Hay café, tostadas, bocatas, prensa, máquina de tabaco y cervezas. Eso sí, de momento, sin tapa.
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