La fiscalía mantiene los cargos contra el acusado de descerrajar un tiro a otro en Pinos
Las forenses no hallaron restos de la detonación en las manos de la víctima, por lo que descartan que el disparo se produjera durante un forcejeo
La fiscal que ha intervenido en el juicio contra Francisco B. F., presunto autor del disparo mortal de escopeta que recibió en la cabeza un ... vecino de Pinos Puente el 8 de febrero del año pasado, mantuvo contra él los cargos este miércoles antes de que el juicio, que cuenta con un jurado popular, quedase visto para veredicto.
En sus conclusiones definitivas, la representante del Ministerio Público siguió considerando que los hechos integraban un delito de tenencia ilícita de armas y otro de asesinato, y continuó pidiendo 17 años y medio de prisión. Por su parte, la acusación particular que ejerce la familia del finado, que está representada por los abogados Jesús Huertas y Marta Maldonado, elevó su petición inicial de prisión de 26 a 27 años, al ratificar los expertos policiales que el arma empleada en el crimen (una escopeta de cañones recortados) estaba modificada. Y es que esa alteración agravaría, a juicio de esta parte, el delito de tenencia de armas.
La acusación particular eleva su petición de cárcel a 27 años por estar la escopeta modificada: tenía los cañones recortados
La defensa del acusado también mantuvo su calificación jurídica de lo ocurrido: pidió siete años de cárcel por homicidio con las atenuantes de trastorno mental y confesión, si bien planteó subsidiariamente una eximente incompleta de «miedo insuperable». Lo que sí cambió de forma sustancial esta parte fue el relato de hechos, a tenor de lo declarado por su cliente durante la sesión de este lunes, en la que dijo que el disparo había sido «un accidente» y que se había producido mientras ambos forcejeaban.
En su nueva versión de los hechos –según las fuentes del caso consultadas, en su declaración sumarial asumió la autoría del tiro–, la defensa de Francisco B. F. sostiene que momentos antes de que se produjera el disparo mortal que acabó con la vida de Valentín A. L., de 31 años, este habría disparado dos veces a la casa del acusado así como intentado atropellarlo con su coche.
Peritos
Durante la sesión de este miércoles, desfilaron ante el jurado varios peritos, entre ellos las forenses que realizaron la autopsia al cadáver de Valentín. Recibió el tiro en la cabeza, a una mínima distancia y «de abajo hacia arriba ligeramente». Le entró por la zona de la oreja. «Si hubo un forcejeo previo no quedó ninguna señal», recalcaron las expertas del Instituto de Medicina Legal, que dejaron claro que no había «ningún vestigio en el cuerpo de la víctima que indique que estuvo en contacto con el arma». De lo contrario, hubieran quedado restos de la detonación en las manos.
También intervineron ayer dos psicólogas que analizaron los «antecedentes patológicos y el trastorno de ansiedad» del procesado. Dijeron que presenta «rasgos anómalos de la personalidad» que le hacen ser agresivo «ante los estímulos que a él le molestan» y que era consumidor habitual de tóxicos, como 'coca' y 'maría'.
Por su parte, los peritos de la Guardia Civil que analizaron la escopeta, la pistola y la munición de Francisco, corroboraron que las armas estaban modificadas y que solo hallaron su perfil genético. No el de la víctima.
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