Fallece Kamel, cirujano pediátrico del Virgen de las Nieves que ha salvado a «miles de niños»
El cáncer se ha llevado a uno de los profesionales más queridos del hospital, que ha quedado «huérfano» tras su marcha
Triste noticia para la sanidad granadina. El prestigioso cirujano pediátrico Kamel Mátar Sattuf, trabajador del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, falleció este ... miércoles, 4 de enero, a los 56 años de edad, a causa de un cáncer que le fue diagnosticado hace dos años. Familia, amigos y compañeros despiden este jueves entre lágrimas a un profesional que ha salvado a «miles de niños» durante los más de treinta años que ha estado ejerciendo.
Kamel, natural de Siria, llegó a España hace 18 años. Estudió Medicina en Cádiz, la especialidad, en Málaga, y después comenzó a trabajar en Granada, que se convirtió en su ciudad. Su mujer, Alicia, relata entre lágrimas a IDEAL lo especial que era. «Buen marido, buen padre, buen amigo, las tres 'b'. Era el nexo que unía a toda la familia, el engranaje que permitía que todo se hiciese a base de amor. Tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Ese era él», explica. Tanto ella como sus hijos están devastados. También lo están en su trabajo, ese que tuvo que dejar a la fuerza por culpa de la enfermedad. «A su jubilación forzosa acudieron todos a despedirle», añade su mujer.
En Cirugía Pediátrica se sienten «huérfanos» por su pérdida. A Ricardo Fernández Valadés, jefe de este servicio, se le quiebra la voz al hablar de él. Ha trabajado más de 20 años a su lado, convirtiéndose en su «mano derecha». «Era una persona fenomenal. Buena, cariñosa, amable… Lo quería todo el mundo, desde los celadores hasta las limpiadoras. Como cirujano era excelente, trabajar junto a él era estupendo. Siempre estaba dispuesto a hacer favores, a cambiar guardias. Como compañero era el mejor», explica el profesional.
Los pacientes, por supuesto, también están desolados. Según destaca Ricardo Fernández Valadés, Kamel salvó a «miles de niños» durante toda su trayectoria. Y nunca dejó de sonreír y transmitir su alegría pese a la enfermedad. Así lo recordarán todos: con esa luz que le caracterizaba. Descanse en paz.
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