Fallece Emilio Garrido, el que fuera capellán del hospital Virgen de las Nieves
Era adscrito a la parroquia de San Juan de Ávila de la Chana | «Emilio no ha muerto, reposa, descansa, no se ha ido, está en nuestros corazones»
Rafael Fuentes Rodríguez
Viernes, 17 de febrero 2023, 11:32
Te fuiste en silencio, solo y súbitamente. Amigo Emilio, cuánto hemos sentido todos los que te conocemos tu pérdida tan repentina. No diste tiempo a ... despedirnos de ti. El seis de febrero tu corazón dejó de latir, al alba, a primera hora de la mañana. El día antes fiel a tu profesión, dijiste tu última homilía en la parroquia San Juan de Ávila. Te sentiste mareado, pero tus ganas de dar y transmitir la palabra de Dios pudieron con tu eminente y fatídica muerte. En este sentido, me comentó Diego, el párroco titular de la Iglesia, que diste la misa, incluso sentado. Tu amor y sentido al prójimo, y tu actitud y voluntad hacia los demás, reflejan tu entrega hacia los feligreses.
Tuve el privilegio de conocerle en el despacho de Medicina Interna, hace ya siete años. Desde el principio nos caímos muy bien. Su carácter jovial, alegre y su capacidad comunicativa, despertaron en mí, mi admiración hacia él. Culto y preparado fue nombrado hace aproximadamente dos años, mediador de la Junta de Andalucía en Mediación y arbitraje para la resolución de conflictos extrajudiciales.
Como fiel amigo me contaba y transmitía muchas de sus vivencias; y una de las que se me quedaron grabadas en mi memoria fue cuando estuvo destinado en la costa y la zona baja de la Alpujarra granadina. Concretamente en La Mamola. Uno de sus fieles le pidió «Emilio, explícanos lo que es el Paraíso; y Emilio les dijo: «esto es el Paraíso; mirad al frente, el mar, atrás las montañas y la luz de sol en su ocaso». La llamada de Dios hizo que Emilio se ordenara sacerdote a los cuarenta y cinco años, después de impartir durante más de veinte años la enseñanza de Religión en muchos institutos granadinos ( Illora, Iznalloz…) guardando de esa etapa muy buenos recuerdos.
Como docente, conoce a la que sería una de las personas que más ha sentido su pérdida, la profesora de Religión, doña Cristina Osorio, como una hermana, quien, casualmente, me dio clase en el Instituto Alhambra. Recuerdo, en mi despacho, que Emilio me pidió una foto, para mostrársela a Cristina, ya que era mi profesora. Según me dijo Emilio, se acordaba de mí, casi treinta años atrás. Recuerdos y añoranza de aquellos maravillosos años.
Como capellán del hospital del PTS estuvo doce años, junto a Jose Gabriel, hoy consiliario de la Hermandad de la Semana Santa de Granada. Siempre dispuesto y entregado a los demás, acompañaba a los delicados y frágiles enfermos en sus últimos momentos de vida, y en muchos casos, impartiendo la unción de enfermos. La paz, espiritualidad, su entrega al prójimo quedó plasmada en muchos familiares y médicos que compartieron con él el final de la vida de tantos, y tantos enfermos.
Escuchaba a todo el mundo, si tenía algún problema de índole laboral, social, emocional… Y siempre dispuesto a ayudar y a implicarse por calmar a los afectados, a los enfermos. ÉL, como mediador me decía, que se trataba de que no perdiese ninguna de las partes.
Un hombre bueno, que deja su huella aquí, en la tierra; fue un humanista, un enviado del Señor para hacer el bien en la tierra. Su hermana, Maria Angustias, y sus sobrinos, Jose Mª y Rodrigo, junto a Cristina Osorio, como fiel escudera de Emilio, estaban todos frente a su féretro. Y más de cuarenta y dos párrocos se dieron cita en el cementerio de San José para despedir a Emilio. Me comentó que su última voluntad era estar junto a sus padres, una vez incinerado, y así ha sido.
Él no le tenía miedo a la muerte, sabía que el Cielo le esperaba. El próximo día 21 de febrero de 2023 a las 19.00 tendrá lugar una EUCARISTÍA de acción de gracias por la vida compartida y entregada de Emilo en la parroquia de San Juan de Ávila en la Chana.
Te has ganado la gloria celestial. Emilio no ha muerto, reposa, descansa, no se va, está en nuestros corazones. Aquí en la tierra has dejado su legado y misericordia.
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