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Pascual García presenta su libro sobre disfunción erectil y problemas cardíacos. A. AGUILAR
Eyaculación precoz, disfunción eréctil y otros indicadores de que el corazón está fallando

Eyaculación precoz, disfunción eréctil y otros indicadores de que el corazón falla

El 65% de los pacientes que sufren problemas cardíacos padecen algún tipo de disfunción sexual, una situación que empeora con la edad

Sarai Bausán García

Granada

Lunes, 10 de agosto 2020, 01:01

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El sexo no es tabú en la consulta de rehabilitación cardíaca del hospital San Cecilio. No solo no es una realidad incómoda a evitar, sino que se ha convertido en una de las piezas centrales de las que hablar cuando se pone sobre la mesa las causas, consecuencias e indicadores de que algo en el sistema cardíaco no funciona como debería.

A la consulta de Prevención y Rehabilitación Cardiaca llegan pacientes con miedo, dudas y, sobre todo, vergüenzas. Muchas de estas mujeres tienen la creencia de que el tener problemas para mantener relaciones sexuales es propio de la edad o la falta de ganas, mientras que ellos lo intentan ocultar por sentirse «menos hombres». «Por eso los profesionales tenemos que hablarles de ello, darle la importancia que se merece y explicarles todos los aspectos que engloba tener una patología cardíaca, porque una de sus consecuencias más destacadas son las disfunciones sexuales». El que habla es Pascual Garía, enfermero de la unidad y autor del libro 'Disfunciones sexuales y cardiopatía', una guía para usuarios y, principalmente, otros sanitarios para saber cómo actuar ante esta realidad.

«No hay la suficiente información sobre este tema, y es importante que los profesionales sepan cómo atajarlo», indica el sanitario. Según explica García, entre el 12 y el 18,9% de la población española sufre disfunción eréctil. Un porcentaje que asciende al 65% cuantos se trata de pacientes que tienen algún tipo de problema cardíaco. Esta cifra es más pronunciada aún según asciende la edad del usuario.

«Pero, a pesar de todo esto, es importante que dejemos claro que se puede mejorar todo esto controlando los factores cardiovasculares de riesgo, que son los que conllevan la aparición de la enfermedad», afirma. Uno de los aspectos a mejorar, según asegura el profesional, es el interés de los facultativos por estos problemas, pues asegura que en las consultas de atención primaria, las más cercanas al paciente, apenas se le pregunta al 40% de los usuarios por esto.

Lo importante es detectarlo y, también, conocer su origen, porque así es como se puede marcar el final de esta problemática. Tal y como señala García, el origen que provoca esta situación pueden ser tanto orgánico como psicológico. «Muchas veces, es una mezcla de ambas», explica.

Puede tratarse de la consecuencia de pasar por un momento psicológico complicado, como una depresión, o tener episodios de estrés y ansiedad, aunque también puede deberse a agentes como el hecho de ser fumador, padecer de hipertensión o colesterol, entre otros. Todos estos indicadores son detonadores de los problemas cardiovasculares.

Además, existen ciertos fármacos que también provocan estas disfunciones. «Los antidepresivos, por ejemplo, afectan casi todos. Pero los pacientes deben tener claro que no deben dejar la medicación, sino ir a su médico para que encuentren un tratamiento eficaz», indica.

Tradicionalmente, estas disfunciones sexuales se han contado con la mirada puesta únicamente en el hombre. Sobre este aspecto, el enfermero asegura: «Las mujeres son las grandes olvidadas en este tema, y es una imagen que tenemos que romper, porque afecta tanto a unos como otros casi por igual», explica. Mientras que los hombres pueden sufrir eyaculación precoz o disfunción eréctil, las mujeres pueden tener dificultad para llegar al orgasmo, tener falta de lubricación vaginal, ver mermado su deseo sexual o, incluso, padecer dolores durante el acto.

Ante la preocupación y dudas que presentan los usuarios cuando pasan por un trance así, Pascual García les deja claro que, una vez identificado el origen de estas disfunciones y conociendo la consecuencia, se puede poner solución. De ese modo, para el varón, está la posibilidad de tomar pastillas –como la conocida viagra–, recibir tratamiento con hondas de choque, el uso de otros fármacos como gotas especiales o, en los casos más complejos, se puede implantar prótesis en el pene para que se pueda poner erecto. En el caso de la eyaculación precoz, que afecta a cerca del 20% de la población se les enseña tácticas para controlar el momento de la eyaculación para alargarlo lo máximo posible. En cuando a las féminas, lo primero es encontrar el origen de esta disfunción. Tras esto, pueden tomar distintos medicamentos o recibir tratamiento que le ayuda a mejorar ese libido.

Pero estas no son las únicas dudas que llegan a la consulta. Los pacientes que se están recuperando de algún fallo coronario temen no poder tener una vida sexual plena ante la posibilidad de que su corazón no pueda hacer frente a la sobreexcitación. Sobre estos miedos, el profesional comenta: «Pero nosotros le decimos que todo va a ir bien, que siempre hay que seguir los tratamientos y las recomendaciones que les damos, como que nunca lo hagan después de las comidas y más cuando son copias, y que aumenten los preliminares para no tener emociones fuertes repentinas, pero por lo demás, pueden tener una vida sexual plena, como cualquier otro».

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