Estudian la Torre de Comares para restaurar la armadura por primera vez

Rodeando a la armadura de la Torre de Comares, junto a la estructura antigua, hay instalado un andamio que se quedó allí alrededor del armazón en una actualización del estudio estructural del edificio realizado en 1990 sobre la Torre de Comares. En una actuación anterior, de Torres Balbás, se reforzaron los muros donde apoya la armadura, se pusieron viguetas y una jácena metálica.

Este nuevo estudio actualizará el de hace 30 años. La armadura, que es meramente decorativa, no tiene problemas estructurales así que la restauración sería más bien estética. Actualmente el reverso de la armadura se encuentra cubierto por una gruesa capa de polvo que impide determinar las patologías presentes. Por otro lado la estructura de andamio que permite el acceso a este reverso es insuficiente para poder distinguir con precisión el grado de alteración que existe en las zonas de apoyo de los faldones en el muro.

Por eso, para poder inspeccionar y elaborar este diagnóstico es necesario realizar previamente las siguientes actuaciones: adecuar los acceso a los faldones de la armadura; la aspiración controlada de la gruesa capa de polvo y la representación gráfica del estado actual en 3D y 2D de la cubierta y los lienzos y modelo digital 3D de la armadura. También se llevará a cabo el estudio en laboratorio de pigmentación de los fragmentos que se han desprendido de la estructura.

La Torre de Comares, tan relevante por ser las habitaciones del sultán Yusuf, se amplió en su momento y al transformase, se convirtió en un edificio con más complejidad estructural. También para obtener información del estado de la Torre, se están haciendo catas de limpieza en el Salón de los Embajadores, que aportarán información.

Para llevar a cabo estos estudios previos, la directora del Patronato de la Ahambra y Generalife, Rocío Díaz, y la presidenta de la World Monuments Fund (WMF), Bénédicte de Montlaur, firmaron un convenio por el que esta fundación privada sin ánimo de lucro se encargará de ese análisis necesarios para la redacción del proyecto de restauración y conservación de la armadura ataujerada de la Torre de Comares.

Rocío Díaz destacó que es «un ejemplo de colaboración público-privada en el cuidado y gestión del patrimonio cultural, basada en una profunda investigación científico interdisciplinar, que permitirá dar un paso fundamental para actuar en una obra maestra de la carpintería hispanomusulmana como es la armadura ataujerada de la Torre de Comares». Además, la figura del patronazgo de esta fundación acaba de renovarse y ha pasado por el pleno del Patronato.

Díaz reconoció la «importante contribución» que desde hace años realiza la World Monuments Fund en la protección del conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, del que es patrono benefactor.

El convenio señala que la World Monuments Fund realizará, además de un diagnóstico de la armadura ataujerada en planta cuadrada y arrocárabe, una actualización del estudio estructural del edificio realizado en 1990, que incluye el estado de conservación de la torre y en especial los muros donde apoyan la armadura. Esta estructura está ejecutada en siete paños de tableros superpuestos, acoplados contra los muros, sobre los que se van claveteando las 8.017 piezas diferentes que componen el diseño.