«En esta época el trabajo es más estresante, estamos siempre alerta»

–¿Por qué elegiste ser bombero forestal y no otra profesión?

–Yo soy bombero forestal por diferentes circunstancias de la vida. Yo me preparé para ser bombero de ciudad pero acabé trabajando como forestal.

–¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

–La satisfacción y felicidad que sientes cuando conseguimos apagar un fuego; lo mejor es saber que has salvado una gran cantidad de bosque.

–¿ Y qué es lo más difícil de ser un bombero forestal?

El peligro que conlleva al ser un trabajo de riesgo. Los bomberos se encuentran directamente con las llamas o si no con una invasión térmica, que en ocasiones han hecho que perdamos a algunos compañeros. Es un trabajo que en verano es muy peligroso.

–En tu trabajo esta época es crucial, ¿cuántos años llevas trabajando en verano?

–Yo llevo trabajando en estas fechas 25 años. Para el tema de la conciliación familiar es muy difícil porque no me puedo coger las vacaciones nunca, tengo que estar cambiando turnos con mis compañeros. Sin embargo, nadie se queja porque sabemos lo importante que es nuestro trabajo en estas fechas.

–¿Qué diferencia hay entre hacerlo en verano y en invierno?

–El inverno el trabajo es más relajado; también hay fuegos pero las condiciones no son las mismas. Por eso hacemos muchas tareas preventivas en el campo y jornadas de formación para la ciudadanía. En cambio, en verano el trabajo es más estresante porque siempre estamos alerta.

–En el bosque, ¿en qué mes hay más riesgo de incendio?

–En el bosque los meses fuertes de incendios son septiembre y octubre porque el periodo de calor fuerte ha terminado y la gente se relaja y empiezan a encender fuegos. En el 80% de los casos los incendios son intencionados por el hombre.

–Tu labor es muy importante para mantener el paisaje tal y como lo conocemos y que la población no suframos ningún riesgo. ¿Te consideras un «héroe del verano»?

–Para nada, ja, ja, ja, ja. Estoy muy satisfecho con mi trabajo, pero somos un equipo que trabaja en cadena. Si falla un eslabón ya la hemos liado, porque el fuego se apaga entre todos.

–Este verano, los incendios en Granada no han sido muy grandes, ¿qué ha cambiado con respecto a otros años?

–Se ha invertido más en prevención. Los encargados del monte en invierno se dedican a limpiarlo y prepararlo para la temporada de verano, por eso ahora la probabilidad es menor. Además, ofrecemos más campañas de concienciación para la ciudadanía.

–¿Cómo detectáis los incendios?

–Se detectan mediante la observación en los puestos de de vigilancia en las zonas altas usando unos prismáticos y una alidada (un instrumento que mide el rumbo del fuego con el norte como referencia). Los vigilantes detectan el fuego y usan los instrumentos para posicionar el incendio. Después nosotros medimos las coordenadas y enviamos al equipo.

–¿Qué recomendaciones o avisos le das a la gente que vaya a ir a alguna zona con riesgo de incendio forestal este verano?

–Que no hagan ninguna tontería como tirar botellas o colillas. El monte es de todos y tienen que tener cuidado por el riesgo que hay en estas fechas, es un lugar muy bonito al que se puede ir a divertirse con la familia o amigos, pero siempre ciudándolo.

–Y por último, ¿algún consejo para otros trabajadores del verano?

– Les recomiendo trabajar con ganas e ilusiónpara que salga bien el trabajo; si no estás a gusto es mejor dejarlo.