La epidemia de la gripe y el arranque de la alergia desbordan los ambulatorios de Granada

«Estamos como siempre, esto no mejora. Hay retrasos en las citas del médico de más de una semana porque faltan muchos profesionales a pesar de que estamos en un periodo de alta frecuentación. Al final, los damnificados siempre son los propios profesionales, que tienen que hacer un sobreesfuerzo para que el usuario no note la falta, y los ciudadanos, que no cuentan con los recursos necesarios», explica Daniel Castro, de CC OO. Tal y como asegura Castro, la escasez de médicos ha provocado que centros de salud como el de Almanjáyar hayan tenido que cerrar por la tarde ante la imposibilidad de cubrir este horario. «La gripe está en caída, pero todavía estamos en niveles altos y las alergias están empezando, así que cuando empiece a brotar más, esto va a empeorar», indica Castro.

Los efectos de esta situación se plasman, principalmente, en la demora que están sufriendo las citas para el médico, pues las consultas en atención primaria se están dando con un retraso de más de una semana. Es el caso del ambulatorio del Zaidín, donde muchos de sus usuarios tienen que esperar hasta la siguiente semana para poder ir a consulta. Según señalan los sindicatos, esto se debe a que hay dos facultativos de baja y otros dos jubilados y que ninguno de estos puestos se ha cubierto, lo que deja el centro «bajo mínimo». «Además, los profesionales que sí están trabajando tienen que asumir también los avisos domiciliarios», afirma Carmen Serrano, de Sindicato Médico. Una imagen similar a la que se puede ver en el consultorio de la Chana, Armilla, Gran Capitán o Caleta, en los que los usuarios tienen que esperar hasta diez días para encontrar una hora libre. «Pero a todo el que viene con alguna urgencia se le atiende en algún hueco que se encuentre», recalca María Pedrosa, portavoz de atención primaria del Colegio de Médicos.

Los casos de gripe en Granada se dispararon a partir de la tercera semana de 2020, es decir, la que transcurre entre el 13 y el 19 de enero, cuando se alcanzaron los 150 casos por cada cien mil habitantes, y se multiplicaron una semana después, momento en el se llegó a los 305,1 casos por cada cien mil. Estas cifras están muy por encima de la que rige cuándo una localidad está en fase epidémica, que es a partir de los 40,7 casos. Los último datos de la Consejería, relativos a la última semana de enero, muestra que la incidencia ha descendido ligeramente, pues se han dado 252,5 casos por cada 100.00 habitantes. A pesar de ello, los expertos en Epidemiología prevén que la cifra de afectados vuelva a subir.

«La epidemia no está en su pico más alto, pero sí que estamos viendo que los centros de salud están desbordados por la falta de cobertura de médicos, ya que algunos están jubilados o de baja y no se contratan para cubrirles», señala Carmen Serrano.

A los contratiempos que la gripe está dejando en Granada se suma la llegada de la alergia, que ya empieza a hacerse notar entre los ciudadanos. Los principales afectados están siendo los alérgicos al ciprés, ya que la alerta del nivel de polen en el aire de este árbol es el que está más alto. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, mientras el resto de pólenes aún están poco presentes en el territorio nazarí, el de las plantas cupresáceas, entre las que se encuentran los setos de jardín y los cipreses, está en nivel de alerta alto. Ana María Martínez-Cañavete, responsable de la unidad de alergia en el Materno-Infantil, afirma que la presencia del polen del ciprés es alta, pero que el resto, por el momento, no tienen incidencia. Tal y como relata, se espera que a partir de marzo arranque la alerta del plátano de sombra y en mayo la del olivo. «La alergia ha llegado en la misma fecha que otros años. Se adelantó a causa del buen tiempo, pero con las lluvias se paralizó, así que está empezando en la época de siempre», incide.

Para María Pedrosa, del colegio de Médicos de Granada, el principal problema que se está produciendo en los centros de salud granadinos es la falta de contratación de facultativos. «Hay que fomentar buenos contratos para que la gente no se vaya. Tienen que fidelizar los puestos para que tengan unos contratos en condiciones y no se quieran marchar».

Esta merma de plantillas es patente en la mayoría de especialidades, pero los sindicatos aseguran que una de las más afectadas es la de Pediatría. Esto ha provocado que en distintos centros de salud, principalmente los que se encuentra en las zonas de la Alpujarra, los municipios de la Costa o el resto de entornos considerados de difícil cobertura, las plazas de pediatras la estén ocupando médicos de familia. «No hay pediatras suficientes. Por eso hay médicos que hacen gestiones de Pediatría en la atención primaria», indica Isabel López, secretaria de Sanidad de UGT. «Hay muchos médicos que están con un cupo de pediatra. No es algo ilegal, pero sí algo que no debería darse», comenta Daniel Castro, de CC OO.

A pesar de todo ello, los sanitarios explican que la incidencia en los hospitales no está siendo tan pronunciada como en periodos anteriores. «Este año no están colapsadas las urgencias, no sé si es porque hay buen tiempo y la gripe está incidiendo menos o porque han conseguido concienciar a la población para que no venga a urgencias por una gripe, pero por ahora no hay falta de camas como pasa otros años», indica Fayna Gómez, presidenta de la junta de personal del hospital Virgen de las Nieves. Lo mismo sucede con el SanCecilio pues, según señala la presidenta de la junta de personal, María José Navarrete, por el momento, «no hay problemas». «Como tenemos personal suficiente por el plan de alta frecuentación, está la cosa más controlada. El problema vendrá cuando se acaben esos contratos», explica.