«Hay más enfermos de riñón por el aumento de la obesidad o la diabetes»

-¿Por qué se ha elegido Granada como sede?

-Se presentó la candidatura en 2019 y fue seleccionada entre varias para acoger el congreso en 2020, pero por la pandemia estos dos últimos años ha sido virtual. Granada es siempre interesante para los profesionales, a la gente le atrae mucho la ciudad, la oferta hotelera o la ubicación ideal del Palacio de Congresos.

-En la actualidad, ¿qué le preocupa más a los nefrólogos?

-La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la de mayor prevalencia, ocurre cuando la patología es ya irreversible, y es nuestra principal preocupación porque cada vez tiene más incidencia. Hay muchos estadios, pero los pacientes pueden mantenerse con la función renal levemente deteriorada durante mucho tiempo. Eso es lo que pretendemos, alargar esa cronicidad que no podemos revertir, pero sí mejorar.

-El número total de casos de la ERC ha crecido casi un 30% en los últimos diez años en sus fases más avanzadas. ¿Qué hay detrás de este aumento?

-Las causas que lo provocan son múltiples: hipertensión, diabetes, obesidad… Y está directamente relacionado, hay más ERC al aumentar la incidencia de estas causas. También influye el envejecimiento de la población, cada vez vivimos más y por tanto hay más tiempo para desarrollar la enfermedad en estado avanzado.

-La llaman la epidemia silenciosa, pues sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales. ¿Qué claves deben conocer los enfermos para detectarla?

-En los estadios iniciales no hay una sintomatología hasta que no hay una insuficiencia más avanzada, así que la única forma de saberlo es mediante controles analíticos -en muchas ocasiones se diagnostica con controles rutinarios de empresa, por ejemplo-. Las personas con factores de riesgo vascular, sobre todo, deben hacerse una analítica de vez en cuando.

-¿Cómo han cambiado los tratamientos para los pacientes?

-En la última década ha mejorado la supervivencia y una de las claves es el avance en las técnicas de diálisis, más depuradas, que tratan mejor las alteraciones del fósforo, la anemia… Al ser más eficaces los tratamientos se reduce la mortalidad. Y, por supuesto, lo que más mejora la situación de los pacientes susceptibles de ser trasplantados es recibir el órgano.

-Hablando de trasplantes, ¿cómo de solidaria es Granada en este sentido?

-Mucho, tanto en la donación de riñón de una persona viva como en la procedente de un fallecido. El trasplante es el acto de mayor generosidad en ambos casos, pero en el primero además se ha demostrado que da lugar a mayor supervivencia del receptor. Durante la pandemia, como todo, disminuyó un poco, pero este año ha habido una remontada y esperemos que sea exponencial.

-¿Cómo se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes?

-Con algo tan sencillo como hábitos de vida saludables, una dieta equilibrada -la mediterránea es perfecta-, disminuir el consumo de sal y de azúcares procesados, hacer ejercicio y beber una cantidad correcta de agua.

-¿Qué pretende conseguir este congreso?

-Avanzar en el conocimiento de patologías, fármacos nuevos, avances en tratamientos, etcétera. En general, ponernos al día de todo lo importante dentro de la Nefrología. Hay muchas inscripciones y muchas ganas de presencialidad y de Granada, una ciudad que siempre atrae.