Educación quiere empezar antes el curso y acabar con los exámenes de septiembre

Lo mismo sucederá con el horario de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, que tendrán sus primeras clases el día 9 de septiembre –este año, el curso empezó el 16 del mismo mes–. Educación no solo plantea adelantar las fechas de inicio de las clases, sino también las del fin de las clases. Tal y como se especifica en el proyecto, el curso en Secundaria y primero de Bachillerato deberá acabar antes del 22 de junio –hasta ahora el final llegaba el 23 de junio–. Por su parte, el segundo de Bachiller finalizará el 31 de mayo, en lugar del 29 de mayo como hasta ahora. A pesar de todos estos cambios, desde la cartera que encabeza Javier Imbroda aseguran que esto no afectará al total de días lectivos que tendrán los estudiantes de Secundaria, pues se mantendrá en 175 días.

«La medida de adelantar los exámenes de recuperación de septiembre es un despropósito». Así califica Javier Puerto, presidente de la Asociación de Profesores de Institutos de Andalucía (APIA), la iniciativa planteada por la Consejería de realizar los exámenes de recuperación a finales de junio para acabar con las pruebas de septiembre. Para el próximo curso se tiene la intención de que la sesión de evaluación extraordinaria para la ESO y Bachillerato tenga como fecha límite el 15 de junio. Diez días después, el día 25, tendrán que haber finalizado los exámenes de recuperación. Esta medida se lleva a cabo para equiparar el calendario escolar de Andalucía con el del resto de territorios y, ante todo, para adelantar la selectividad a julio.

Pablo Luque, presidente de Concapa Granada, indica que estos cambios tienen tanto parte negativa como positiva: «Ayuda a descargar a los hijos en periodo de descanso, pero premia por igual al que se ha esforzado en sacar sus clases durante años y a quien no lo ha hecho». Pero esta no es la única propuesta que plantean implantar el próximo curso. Una de las que mayor preocupación ha despertado entre el profesorado es la que plantea que Francés deje de ser asignatura obligatoria en primero de Bachillerato para ser una optativa. Sobre este asunto, desde APIA aseguran que «hay profesores que están bastante inquietos por el reparto que se hará de asignaturas».

La Consejería también plantea cambios en la oferta educativa de los colegios e institutos. De ese modo, los alumnos que no quieran dar religión darán Cultura Científica en lugar de Ciudadanía. Además, se incluye la posibilidad de que los centros, si así lo desean, puedan ofrecer materias como aprendizaje del lenguaje de signos, del sistema braille, la tiflotecnología –escritura en braille– o la autonomía personal.

Para Javier Puerto, este cambio es una «barbaridad» que supone una complicación «enorme» para los profesores. «Junio suele ser un ajetreo constante con pruebas y papeleos. Si ahora le suman los exámenes de recuperación, es imposible que lo saquen todo adelante», indica. Por su parte, José Madero, presidente de la Asociación de Directores de Institutos, afirma que esta noticia ha sido positiva porque «ayuda a los directores a organizarse mejor el curso y con más antelación». Además, explica que esto también beneficiará a los niños, pues tendrán más recientes los conocimientos adquiridos durante el año cuando se desarrollen las recuperaciones.

Para Mercedes González Liñán, secretaria general de CCOOEducación, esta propuesta realizada por Educación es algo negativo pues «si ya cuesta organizar el curso a fecha, imagínate días antes». A esto añade: «Los niños necesitan sus descansos y sus tiempos y esto no les beneficia en ningún aspecto».