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Educación en Granada | Condenan a una niña por tirar al suelo y patear a su maestra durante una clase

Condenan a una niña por tirar al suelo y patear a su maestra durante una clase

La menor, autora de un delito de atentado contra una funcionaria docente, golpeó a otro profesor que acudió en auxilio de la víctima

Carlos Morán

Granada

Domingo, 13 de octubre 2019, 01:41

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La tranquilidad que reinaba en el aula saltó por los aires a las nueve de la mañana. Una niña de solo catorce años empezó a golpear su pupitre mientras la maestra atendía a otro alumno. Acto seguido, la alborotadora se sentó en la silla de la docente y se dedicó a trastear en su ordenador. La profesora se acercó a la adolescente para quitarle el ratón. No lo consiguió y encima se llevó una tunda. La estudiante reaccionó con gran violencia. Empujada por la ira, tumbó a la víctima y le propinó patadas en distintas partes del cuerpo cuando estaba en el suelo. También le dio «varios tirones de pelo», según el relato de los hechos que elaboró la Fiscalía de Menores de Granada tras investigar el suceso, que ocurrió en enero de este año en un centro educativo de la capital. Un grupo de estudiantes y otro profesor acudieron en auxilio de la agredida. Este último logró sacar a la niña en cuestión de la clase, pero también se llevó varios golpes. No obstante, las lesiones que sufrieron los maestros fueron leves.

La niña reconoció su culpabilidad y no fue necesario celebrar la vista oral del juicio. En este sentido, admitió ser autora de un delito de atentado contra un funcionario docente. «Son reos de atentado los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos o empleen fuerza contra ellos (...)», razona la sentencia.

Y el fallo advierte de que «se considerará funcionario público a todo el que por disposición inmediata de la ley, o por elección o por nombramiento de autoridad competente participe en el ejercicio de funciones públicas». De acuerdo con ese planteamiento, la resolución judicial –que, al ser de conformidad, ya es firme, es decir, que no puede ser recurrida– especifica que «está claro que en la persona del funcionario docente concurren cada uno de los requisitos tanto administrativos como penales» para disfrutar de la de la protección legal que establecen las leyes.

En cuanto al desarrollo de los hechos, la sentencia concluye que es evidente que la menor a cometió un atentado al atracar a su profesora durante una clase. «En el caso que nos ocupa, la menor desobedece a los profesores y, posteriormente, se resiste y arremete contra los mismos, causándoles daños cuando están realizando sus funciones», relata la resolución dictada por el Juzgado de Menores 1 de Granada.

Libertad vigilada

La niña también asumió que perpetró dos delitos leves de lesiones y, por todo ello, ha sido condenada a permanecer durante 18 meses en libertad vigilada, un tiempo durante el que deberá cumplir sin excusa una serie de objetivos educativos, sanitarios y sociales. Así por ejemplo, los educadores que se harán cargo de ella por orden del juzgado supervisarán sus compañías y su rendimiento escolar. También obligarán a la adolescente a someterse a tratamiento psicológico y a terapia para superar sus adicciones.

En el supuesto de que faltase a los compromisos fijados en la sentencia, el juzgado podría acordar su ingreso en un centro de internamiento para menores infractores, que es la medida más severa que prevé la ley para los delincuentes infantiles y juveniles.

El incidente que acaba de zanjar la justicia ocurrió el pasado 18 de enero en un centro educativo de la capital granadina, cuando la adolescente «comenzó a dar golpes en la mesa para posteriormente, y aprovechando que» su «profesora estaba atendiendo a otro alumno, se sentó en el puesto de esta y comenzó a manipular su ordenador, pretendiendo cerrar una de las aplicaciones, y cuando la profesora fue a quitarle el ratón de la mano, la menor le agarrón del brazo y de un tirón la lanzó contra el suelo, donde siguió dándole patadas y tirones del pelo».

Fue entonces cuando «varios alumnos» y otro docente acudieron en ayuda de la víctima. El profesor «consiguió sacar a la niña hasta el pasillo, cogiéndola de los brazos, «momento» en el que la niña «ha comenzado a darle patadas», describe la sentencia el desarrollo de los acontecimientos.

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