El médico granadino Manuel Gálvez, autor de la obra '¡Vive!', en la Facultad de Medicina de la UGR. PEPE MARÍN

El doctor granadino que receta humor y poemas: «Nos medicamos demasiado, hay que vivir más»

El libro '¡Vive!', de Manuel Gálvez, cumple un año en el mercado defendiendo ante sus lectores que «hemos provocado una generación de hiponcodríacos»

Diego Callejón

GRANADA

Miércoles, 24 de abril 2019, 20:34

«Muchos pacientes llegan a las consultas médicas con síntomas que son realmente sociales y psicológicos, pero no se dan cuenta». Con esa idea como ... piedra angular, el doctor Manuel Gálvez Ibáñez (Almería, 1955) publicó en abril del pasado año el libro '¡Vive!', narrando su experiencia como especialista en Medicina de Familia con más de 250.000 consultas durante los cuarenta años que lleva ejerciendo su profesión en Granada. En esta obra, que va ya por su segunda edición, Gálvez aborda cuestiones tan llamativas como la «medicalización de la salud» o el uso de terapias complementarias como el humor, la poesía o el refuerzo de la amistad para tratar problemas que «la gente atribuye erróneamente a lo físico».

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Un año después de publicar su obra, el doctor Gálvez recibe a IDEAL en su despacho de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, donde ejerce como Profesor Asociado desde hace quince cursos. A sus 64 años, Manuel explica con una sonrisa que «fueron sus alumnos de Medicina los que le impulsaron a escribir el libro», y se reivindica en todo momento como «un médico científico» que usa esas otras terapias como «complementos para llegar donde no llega la medicina».

MEDICALIZACIÓN DE LA SALUD

«Hay factores sociales que influyen más en la salud que el colesterol alto»

La idea central sobre la que gira '¡Vive!', expone que, en los últimos años, se ha producido una «medicalización de la salud», un concepto que el doctor Gálvez explica argumentando que «la insatisfacción vital lleva a síntomas mal definidos que se traducen en dolencias físicas con un origen realmente psicológico». En esta línea, el doctor cuenta que hay muchos pacientes que llegan con «malas digestiones, dolores de cabeza o insomnio» y que, tras múltiples pruebas médicas, se observa que no tienen ningún origen biológico explicable. Entonces, «excavando», uno descubre que el verdadero problema es «que trabajan doce horas al día, que tienen un salario muy bajo o problemas familiares que desencadenan todos esos síntomas físicos».

Una vez llegado a este punto, Gálvez defiende la comunicación como receta y aconseja «filosofía, poemas, humor o lazos de amistad» a sus pacientes para superar los problemas. «Nos medicamos demasiado, hay que vivir más. Con el abuso de los medicamentos hemos creado una generación de hipocondríacos que identifica como problemas de salud sus problemas sociales. A menudo, cuando veo que el diagnóstico no lleva a ningún sitio, les pregunto a mis pacientes qué les pasa realmente, si hay algo emocional, y entonces rompen a llorar», cuenta el médico.

No obstante, por encima de la precariedad y el estrés, para Gálvez el factor que más problemas de salud genera es el aislamiento social. «La soledad es la enfermedad más común de los ancianos que llegan a las consultas médicas», afirma el médico granadino, quien receta amistad y reforzar vínculos sociales para combatir este mal. «Hay tesis que demuestran que el apoyo familiar y social influye más en las expectativas de vida que el colesterol, y casi al mismo nivel que el tabaquismo», sentencia.

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Hablando precisamente de este aspecto, Gálvez argumenta que «hay factores sociales que influyen mucho más en la salud que el colesterol alto», ya que «si no eres hipertenso, no eres diabético y no fumas, el colesterol predice casi nada la mortalidad vascular». En contraposición, para el científico granadino «se habla constantemente del colesterol, pero el apoyo social y familiar apenas se nombra».

LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA

«Se dedican millones a medicamentos que no funcionan»

Aunque para Manuel Gálvez la aportación de la industria farmacéutica a la medicina «ha sido grandiosa», como demuestran «la aplicación de la penicilina o las vacunas», reconoce que se ha llegado a «un abuso de la medicalización bajo el paradigma del 'cuanto más, mejor'». De acuerdo con el doctor granadino, existen ciertos medicamentos que «se recetan innecesariamente» por presiones de esta industria.

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«Los llamados 'regeneradores del cartílago' están reconocidos en Estados Unidos como suplemento dietético, mientras que en España se consideran medicamentos y se venden en las farmacias con receta. Sin embargo, nunca se ha reconocido la eficacia de estos productos. ¿Cómo es posible?», reflexiona Gálvez. En esta misma línea, el médico defiende que «se dedican 500 millones al año» a estos medicamentos cuya eficacia no está probada y que él mismo define como «placebos», porque «es biológicamente imposible que funcionen».

Vídeo. Manuel Gálvez posa con su obra. PEPE MARÍN

De acuerdo con el doctor andaluz, el caso de los 'regeneradores de cartílago' es «un ejemplo más» de los millones que se invierten en tratamientos «innecesarios» que «deberían ir destinados a realizar actividades de integración social para personas mayores, lo que puede ayudar más a su salud que muchos medicamentos».

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SOLUCIONES EN LA CONSULTA

«Hay que redistribuir el tiempo y escuchar más a los pacientes»

Preguntado por posibles soluciones para estos problemas desde el punto de vista profesional, Manuel Gálvez opina que, a pesar de los recortes en Sanidad, los médicos deben tratar de redistribuir el tiempo para escuchar más a los pacientes. «Es cierto que hay días que tenemos mucha carga de consultas, pero un resfriado o una faringitis no requieren más de cuatro o cinco minutos para detectarse y recetar los fármacos, con lo que tiempo que se ahorra ahí puede dedicarse a otro paciente que necesite más comunicación», explica el sanitario.

En esta línea, Gálvez defiende que «una charla cordial, una buena acogida o una sonrisa son importantes también para los pacientes, y muchas veces no les dedicamos el tiempo necesario». Para él, obviar este trato humano e ir directamente a las recetas hace a los profesionales «peores médicos».

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«Hay estudios que demuestran que la adherencia al tratamiento es menor cuando la comunicación entre médico y paciente es mala. Si un doctor te explica detenidamente el tratamiento, hay mucha más probabilidad de que lo cumplas y, por ende, mejore tu salud. Cada vez se ejerce una medicina más mecanicista y deshumanizada», concluye.

LAS ENTRAÑAS DEL LIBRO

«Edité '¡Vive!' con ayuda de un amigo y una paciente»

Al abrir '¡Vive!', el libro que recoge toda esta filosofía de Manuel Gálvez y que lleva más de mil ejemplares vendidos, el lector se encuentra una narración dividida en tres partes. La primera de ellas, 'De la vida a la consulta', trata de responder a la pregunta «¿qué lleva a la gente hasta las consultas médicas». La segunda, 'La vida en la consulta', aporta claves del modo de pensar, razonar, de los médicos, mientras que la final, 'De la consulta a la vida', se discute qué enseñanzas se pueden extraer de la práctica asistencial.

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Esta obra, que va ya por su segunda edición, fue autopublicada por el médico nazarí con los simpáticos dibujos, a modo de viñetas, de «un amigo del rugby» (la gran pasión de Gálvez junto al ajedrez) y de «una paciente». Repasando sus páginas, el lector halla una narrativa versátil que mezcla chistes, consejos vitales y dibujos de todo tipo.

Para resumir el compendio de esta publicación, Gálvez recurre a múltiples citas filosóficas y literarias, sobre las que destaca una de Barsky que pone de manifiesto ese talón de Aquiles de la Sanidad al que apunta el granadino a lo largo de toda su obra: «sorprendentemente cuando la medicina más ofrece a los seres humanos, muchos de ellos se sienten más enfermos, al tiempo que aumentan las quejan y reclamaciones contra los médicos».

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