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Juan Molina, la vieja del visillo de Santa Fe. RAMÓN L. PÉREZ

El rey de los disfraces de Santa Fe: «Desde chico, la pasión del Carnaval corre por mis venas»

El disfraz de 'Vieja del Visillo' que ha lucido este año el vecino Juan Molina no ha dejado indiferente a nadie

Rosa Soto

GRANADA

Domingo, 3 de marzo 2019, 09:12

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El Carnaval de la localidad granadina de Santa Fe no sería lo mismo sin la dedicación de Juan Molina, un vecino que cada año se supera con los increíbles disfraces que realiza él mismo desde hace algo más de 10 años. En esta ocasión, este panadero de 41 años ha vuelto a sorprender a todos los santaferinos con un atuendo muy particular y que todo el mundo ha reconocido: la vieja del visillo. Coloretes marcados, peluca canosa, rebequita de punto sobre los hombros, delantal de cuadros sobre un vestido negro y alpargatas conforman el uniforme que lució en el pasacalles de la semana pasada junto con unos prismáticos en mano. Pero lo que más llamó la atención de los vecinos fue la casita de cartón y madera que él mismo construyó y decoró con elementos tradicionales de las calles granadinas para la ocasión.

El conjunto de la casita y la vieja del visillo levantó más de una carcajada y sacó unas cuantas sonrisas. Al menos así lo cuenta el protagonista de esta historia. «Me gusta hacer reír a la gente. Es muy fácil comprarse un disfraz, pero a mí me gusta hacerlo y ver que la gente sonríe, sólo por eso ya vale la pena el dinero y el tiempo invertido en la preparación», reconoce Juan metido 100% en el papel de vieja del visillo en su taller. Este santaferino cuenta que tardó sólo una semana en hacer todo el conjunto, dedicando tres horas diarias para que todos los detalles quedaran perfectos: los platos decorados con una granada, la placa de la calle, las ventanas con flores y el gato en el tejado. Y todo tiene un motivo: «Desde chico, la pasión del Carnaval corre por mis venas».

Inspiración divina

Su mujer, Carmen Sánchez, le ayuda en lo que puede y es la encargada de pintarle los coloretes con carmín rojo: «Mi marido vive el Carnaval intensamente. A mí no me gusta disfrazarme, pero a él le doy ideas y le aconsejo, aunque tiene mucha imaginación y se le ocurren los diseños a él sólo de año en año». Carmen se muestra orgullosa cuando reconoce que «mucha gente viene a verlo al pasacalles, se ha convertido en una especie de atracción del Carnaval de Santa Fe». Y no es para menos: un año se disfrazó de una virgen en su trono, otro de un bebé en un carrito y para el Día de la Bicicleta, el último domingo de agosto, escenificó la típica escena del joven con ET en una bici.

Ahora bien, Juan cumple con ese refrán que dice que «la inspiración te pille trabajando» y asegura que las ideas para el disfraz le vienen a la cabeza cuando se pone a preparar los materiales, que en su mayoría son reciclados de disfraces anteriores. «Empiezo diseñando y a medida que trabajo en el él voy cambiando y dando forma a la idea hasta que lo acabo», detalla. Sin embargo, Juan se niega a desvelar qué tiene en mente para el próximo año. «Es un secreto, quiero que sea sorpresa y no crear expectativas, así llamará más la atención», sentencia. Así pues, habrá que esperar al próximo Carnaval para ver con qué sorprende el rey de los disfraces de Santa Fe.

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