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Á.M.
Las directoras de los centros de salud Almanjáyar y Cartuja apoyan el encierro por los cortes de luz en Norte

Las directoras de los centros de salud Almanjáyar y Cartuja apoyan el encierro por los cortes de luz en Norte

Defienden que el cese de suministro eléctrico afecta a la salud de los vecinos más vulnerables del barrio y que es un problema sobre el que no se puede trivializar

ángela morán

Jueves, 3 de octubre 2019, 12:21

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Teresa Jerez, directora del centro de Salud Cartuja, e Isabel Rodríguez, directora del centro Almanjáyar, han visitado este jueves a Mario Picazo, párroco de La Paz, y a Manolo Martín, Defensor del Ciudadano, para apoyar la causa que les ha llevado a encerrarse desde el lunes en la iglesia de San Francisco.

La prolongada situación de cortes de luz y falta de suministro eléctrico en numerosas viviendas de la Zona Norte es un problema que, según las directoras, se ha «cronificado» y, ahora que llega el invierno, las consecuencias en salud pueden ser «fatales».

Rodríguez ha pedido que no se trivialice sobre este tema y que se separe de otros asuntos que puedan existir en el barrio. «Este problema afecta a dimensiones como la confortabilidad de las viviendas pero también a elementos muy básicos de la calidad de vida como la protección del frío, la seguridad dentro de la vivienda, la higiene personal, el uso de material sanitario, la correcta administración de medicamentos o el cocinado de alimentos», ha explicado Jerez. Asimismo, las directoras han puesto especial hincapié en la población de riesgo en la que se encontrarían los niños enfermos y ancianos. Por otro lado, los cortes, dicen, perjudican el rendimiento escolar y la adecuada alimentación. «Los niños no pueden leer, ni estudiar, ni protegerse del frío, ni tener una correcta nutrición», ha dicho Jerez. Estos cortes afectan especialmente a bebés y lactantes que, según han explicado las médicos, son mucho más vulnerables a infecciones respiratorias y trastornos gastrointestinales.

Otros damnificados son las personas con enfermedades crónicas que necesitan en su domicilio toma eléctrica para utilizar sillas de ruedas con batería, camas articuladas, grúas, aspiradores de secreciones, nebulizadores, concentradores de oxígeno o cámaras de presión de oxígeno para apnea. De igual forma, tanto Jerez como Rodríguez, sostienen que los vecinos más vulnerables necesitan calefacción para evitar descompensaciones en el caso de asmáticos o frigoríficos para preservar medicamentos como la insulina en el caso de los diabéticos. Además, apostillan que los ancianos están expuestos a caídas o accidentes domésticos.

«Sin luz, no hay salud», es el lema que llevan utilizando durante años y que han repetido en esta ocasión, en el encierro. Asimismo, las directoras entienden que solo desde una actuación conjunta de ciudadanos, empresa suministradora e instituciones públicas puede tener alguna salida y que, esta, es responsabilidad de todos.

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