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10 historias del primer viaje en AVE a Madrid

Un paseo por los doce vagones en los que empresarios, turistas, políticos y enamorados del tren compartieron un trayecto histórico

Javier Morales

Miércoles, 26 de junio 2019, 19:16

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  1. 1

    Cala

    En unos años, Cala se observará en la foto y sabrá que fue la pasajera más joven en el estreno del AVE Granada-Madrid. Bea Melgarejo y Cristina Pérez se encargaron de que la 'peque', de tres meses, ni se entere del viaje. En septiembre se trasladan a Móstoles y tenían que 'subir' a Madrid a arreglar la fianza del piso que han alquilado. Esperaron hasta este miércoles por la comodidad del viaje, para ellas y la niña, en plena lactancia.

  1. 2

    Yasu

    Viajar en tren permite reparar en los paisajes que se deslizan borrosos tras la ventana -más nítidos entre Granada y Antequera, donde el tren no alcanza los 300 kilómetros por hora-. Algún árbol inoportuno interrumpe la sucesión de marjales de secano y montañas marrones trasquiladas por los cortafuegos. Otros eligen fijar la vista en la película del día, la serie de moda en su móvil, el informe en blanco que acecha en portátil o el libro de Geología para el último examen del curso. La mayoría, como Yasu, se entregan al dormir. Este turista japonés se ha enterado de que el AVE se estrena hoy por el ir y venir de cámaras en el vagón nueve. Emocionado por esta circunstancia, sobrevenida para él, vivió los primeros minutos del viaje atento a cualquier movimiento, pero luego cayó en un sueño tan profundo como el de Cala. A su álbum de recuerdos de Granada, con la Alhambra como protagonista, ha sumado sin esperarlo el AVE.

  1. 3

    Antonio López

    «Este viaje estábamos esperándolo desde hace algunos años y dije, 'cuando vaya el AVE a Madrid en el primer viaje voy a ir yo'». Antonio Martín es granadino y buen viajero: en coche, en tren desde Antequera a Barcelona, en avión, en coche, «en alsina». Pero este viaje fue el «más especial» para él, a sus 82 años, con su mujer, Victoria Romero -en silla de ruedas, más cómoda que en ningún otro medio-, y su hija. En el vagón de moqueta recién aspirada y butacas de lunares no perdió detalle del velocímetro, que mostró la diferencia abismal de velocidad entre el tramo Granada-Antequera y el Antequera-Madrid.

  1. 4

    Ángel Gómez

    El fotógrafo Ángel Gómez se define como un «enamorado del tren», por comodidad, rapidez y cercanía al centro de las ciudades. Acudir a la exposición FotoEspaña es para él una simple excusa: quería estrenar el AVE, un medio de transporte «imprescindible para la sociedad». La cámara la llevó escondida, pero no dudó en disparar con el móvil para fijar, también en la memoria electrónica, las postales de su primer Granada-Madrid en Alta Velocidad. En la cafetería -donde se habían acabado las tostadas y la cola a las nueve de la mañana superaba los diez pasajeros-, muchos de los viajeros también aprovecharon la espera para hacer su foto con el móvil pegado al cristal.

  1. 5

    Los amigos del Ferrocarril

    Tras la pertinente parada en Loja, el AVE llegó a Antequera a las 8.10. Los componentes de la asociación granadina de Amigos del Ferrocarril a bordo del tren activaraon -si es que en algún punto del viaje lo habían puesto en pausa- su sexto sentido ferroviario. Mientras el común de los viajeros ve vagones desahuciados, vías que ya no se utilizan y apeaderos del pasado, estos expertos perciben trenes de leyenda, líneas que forman parte de la historia y estaciones con detalles que las hacen únicas. Antes de llegar a la de Santa Ana, uno de los miembros de la asociación, ataviado con la preceptiva camiseta azul, comentaba el modelo de las máquinas oxidadas y vías fantasma que asomaban por la ventana. José Antonio Molina, presidente del grupo, define la pasión por los trenes como un «virus» inoculado hasta el punto de que pesa más el viaje que el destino. Advirtió de que retrasos como el de esta mañana no pueden ser habituales. Sobre el AVE, lo describen como «un tren moderno con prestaciones modernas». El pero, como el de muchos otros pasajeros, los minutos a 65 por hora a su paso por Loja.

  1. 6

    José Guerrero

    La variante lojeña, que permitirá acortar el tiempo de viaje, y el soterramiento a la entrada de la ciudad, son dos de las asignaturas pendientes del recién estrenado AVE. Parece que Granada tiene «el sino de los retrasos», concretado en el metro, la segunda Circunvalación… Para José Guerrero, que esta mañana aprovechó para leer el IDEAL, es una contradicción para la que es una tierra que «tiene lo mejor del mundo». Él, junto a su mujer y su cuñada, viajó también «por el placer del primer tren» que ha cubierto la «carencia tan pronunciada» durante el aislamiento ferroviario. Para Guerrero, es un medio idóneo en las distancias medias.

  1. 7

    Ana Romera y María Calle

    Desde luego, Ana Romera y María Calle no tuvieron duda a la hora de elegir entre AVE y autobús. Con el tren a 35 euros, prefirieron gastar algo más de dinero a cambio de comodidad y menos tiempo de viaje. Ellas sí tenían la mirada clavada en el destino, Madrid, donde pasarán unos días de asueto cumplido el trámite de la Selectividad. Les esperan el Retiro, el Prado y las calles comerciales.

  1. 8

    Juanfra Delgado

    Menos ocioso era el cometido de Juanfra Delgado. El vicepresidente de la Fundación Europea para la Innovación, que hará el trayecto como mínimo una vez a la semana, aprovechó las tres horas para trabajar -y echar una cabezada-, antes de seguir con el 'tajo' en Madrid. Antes de iniciar la travesía subió la foto de «el momento» a Instagram. De cara a la vuelta, pide algún tren de regreso a Granada entre las cinco y media y las seis de la tarde, como sucede en otras conexiones. AVE significa ir y volver en el mismo día, dormir en casa y trabajar en el momento del viaje.

  1. 9

    Eliseo Caballero

    El director de la sede madrileña de Agaz Abogados sí pretendía hacer noche en Madrid. Eliseo Caballero, a diferencia de Juanfra, suele aprovechar el viaje para desconectar viendo alguna serie antes de lanzarse al trasiego del trabajo en la capital española. Cada quince días repite itinerario. Desde ahora, cambia el viaje en coche hasta Antequera por un trayecto en metro desde casa que termina a las puertas de Andaluces, y de ahí en AVE hasta Atocha, donde toma un VTC hasta la oficina. En su opinión, «es muy bueno» el convoy de vuelta a las siete y media de la tarde, que permite aprovechar el día en Madrid antes de regresar.

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