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Sábado, 11 de junio 2022, 17:02
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Al presunto caco le perdió la ambición. Si en lugar de escapar con todo el botín se hubiera conformado con la mitad, quizá no hubiera sido atrapado. Bueno, además, también fue un tanto descuidado, porque el arma del delito, una cizalla, estaba a la vista de cualquiera. De hecho, ese detalle fue el que llamó la atención de la Policía Local de Granada y, a la postre, propició la detención del sospechoso.
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Sucedió este pasado viernes en el barrio de Los Pajaritos de la capital. Una patrulla de la guardia municipal observa a un individuo que circula en una biclicleta y lleva otra colgando del hombro. También porta un macuto del que asoma una herramienta que sirve para cortar cadenas. Le dan el alto y el sujeto es cuestión emprende la huida. La fuga dura poco. El hombre se cae al suelo y los policías le dan alcance. Igual si hubiera tirado la bici que cargaba a pulso habría podido sortear a los guardias, pero no lo hizo. Y se cayó.
Según la Policía Local, el fugitivo ofreció una fuerte resistencia para evitar su arresto.
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