David Ferrer se pone como objetivo acabar el año entre los ocho primeros

"El año pasado, en general, fue positivo, acabé como número diez del mundo, 'top-ten'; mi objetivo (este año) es acabar entre los ocho primeros, pero ojalá acabara diez del mundo otra vez, no me importaría", dijo Ferrer en conferencia de prensa.

El español, que el domingo ganó el Abierto de Río de Janeiro, se impuso en la primera ronda al holandés Igor Sijsling por 6-3, 7-6(4) y jugará ante el australiano Marinko Matosevic. "Me costó mucho su juego, pero pude sacar el partido adelante. Sobre el final del segundo parcial pude estar concentrado, jugando más agresivo y por suerte pude manejar la pelota con mi derecha", señaló.

El español, quien ganó en 2010, 2011 y 2012, recibió un homenaje por parte de los organizadores, que le entregaron una hacha de plata por nueve años de asistir al torneo. "Recibir un reconocimiento fuera de mi país es muy bonito y me llena de orgullo", comentó.

Recordó que el año pasado tuvo "mala suerte" al lesionarse pero este año está de regreso en Acapulco aunque no lo toma como una revancha. "Este año el torneo tiene muy buen cuadro, muy buenos jugadores y en el torneo de mujeres Maria Sharapova le da un plus; el torneo cada año va ir subiendo y ojalá que siga habiendo este ambiente de tenis en Acapulco", indicó.

Ferrer dijo que apenas tuvo tiempo de "tocar la bola y adaptarse al cambio de superficie", de arcilla a cancha dura, tras un viaje de 12 horas desde Brasil. "Vengo cansado, pero es normal, me encontré con ganas de hacerlo bien; me preocupa tener mejores sensaciones para ganar mañana porque si no las tengo será difícil (el partido)", finalizó.