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Los mecánicos retiran el monplaza de Fernando Alonso del circuito de Montmeló.
Alonso, al pádel antes que aguantar otro bochorno
GP de España

Alonso, al pádel antes que aguantar otro bochorno

El asturiano comienza el GP de España con una rotura y la sensación de que tampoco tendrá una carrera cómoda en casa, donde los Mercedes mejoran más que el resto.

david sánchez de castro

Viernes, 12 de mayo 2017, 12:29

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Este viernes se cumplían cuatro años de la última victoria de Fernando Alonso y, para celebrarlo, decidió que ponerse a jugar al pádel antes que comerse los muñones (uñas no le pueden quedar) era un buena alternativa. El esperpento de McLaren sigue en pie, y no tiene visos de acabar a corto plazo. Alonso salía a dar una primera vuelta de instalación, ni siquiera a hacer tiempo, en el circuito de Montmeló, cuando la música de Benny Hill empezó a sonar en las cabezas de la afición española que abarrotaba las gradas. Dos curvas y el coche de Alonso hacía un extraño y se quedaba, humeante, en el exterior de la segunda curva.

Alonso empezaba a soltar ese mantra: «Engine problem», o «problema de motor» en castellano. El español, con los dientes apretados, salió del coche, mientras los comisarios se acercaban a ayudarle a mover el coche. La imagen del bicampeón asturiano junto a los voluntarios mirando el boquete que había dejado la enésima rotura del motor Honda ya hablaba de manera suficientemente elocuente de por sí, pero la escena del coche chorreando líquido cuando la grúa lo estaba levantando causó una mezcla de bochorno y vergüenza en el motorhome de McLaren. Alonso decidió que no iba a perder el tiempo mirando a las pantallas y, con su inseparable Edoardo Bendinelli del brazo, se fueron al hotel, a echar un partido de pádel. Alonso tiene el tiempo justo para prepararse para las 500 Millas de Indianápolis y no quiere que la falta de rendimiento de McLaren le haga perder ni un instante.

Mientras Alonso y su cuñado paleaban en el hotel, los ingenieros japoneses no sabían dónde meterse. Todo apunta a que la avería de este viernes se debió a un fallo en el montaje, aunque esto no lo dirán públicamente en el equipo McLaren. Oficialmente, siguen sin saber muy bien lo que pasa realmente, cuál es el problema de base. La rotura se ha producido porque se ha producido, sin razón ninguna. Igual que en el centro médico de Puebla de Sanabria (Zamora) diagnostican «tallo verde» cuando no saben bien qué dolencia tiene un paciente, en McLaren Honda simplemente dicen que se ha roto. Sin más. Alonso ya no está para que le vacilen o le den vacuas excusas. Antes de escuchar el enésimo lamento en un inglés con marcado acento japonés, prefiere irse a echar un pádel.

Por la tarde sí pudo rodar, aunque lejos de la cabeza. Después del trabajo contrarreloj de los mecánicos para colocar el motor nuevo y dispuesto para que Alonso pudiese probar, el español dio un total de 21 vueltas (menos que nadie, lógicamente), pero no pasó del último lugar de la tabla de tiempos. Más de tres segundos entre él y Lewis Hamilton, un universo de diferencia y la sensación de que aún puede ir a peor este fin de semana.

Alonso tiene que pensar aún si quiere seguir en este equipo, y en esta competición, o prefiere mandarlo todo a freír calçots, tan típicos de Catalunya, y probar con otra cosa. En McLaren ya no ocultan sus pocas esperanzas de poder mantener al español en sus filas.

Los Mercedes se «supervitaminan»

En la sala de prensa del Circuit se ha convertido este fin de semana en el término de moda: las «supervitaminas». La nueva versión del Mercedes W08 dio un rendimiento espectacular en la primera jornada de trabajo, y todo apunta a que aún tiene más que dar. Tanto en los primeros como en los segundos libres, Lewis Hamilton comandó la tabla con Valtteri Bottas detrás, no muy lejos, y los Ferrari por detrás. Más de lo esperado, en opinión de los de Maranello. Tras un arranque de temporada en el que Vettel ha conseguido liderar el campeonato, se esperaban estar más cerca en el trazado donde dan más vueltas en un año (si se unen las rondas de pretemporada y el fin de semana de Gran Premio). «No he sido el capitán de mi barco», utilizaba de metáfora Vettel cuando se bajaba del coche No le falta razón: ni él ni Räikkönen tuvieron una jornada plácida, con avería incluida por su parte, y alguna salida de pista inesperada. No están tan finos como en otras pruebas, y Red Bull se les ha acercado, lo que garantiza espectáculo.

Carlos Sainz ha sido uno de los pilotos que ha dado un salto cualitativo. El Toro Rosso funciona ligeramente mejor, y fue 10º en las dos tandas de libres de este viernes. Sus aspiraciones de puntos siguen intactas y, como él mismo recordaba, este es el circuito donde ha cuajado las mejores actuaciones personales de su carrera deportiva, tanto en Fórmula 1 como en categorías inferiores. En sus hombros descansa la responsabilidad de llevar la bandera española hasta el top 10, porque por Alonso (más bien, por McLaren) se hace muy cuesta arriba apostar.

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