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Felipe Massa, durante una rueda de prensa.
Felipe Massa, el campeón durante medio minuto
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Felipe Massa, el campeón durante medio minuto

A sus 35 años, el piloto brasileño anuncia su retirada cuando acabe la presente temporada

David Sánchez de Castro

Jueves, 1 de septiembre 2016, 15:43

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«En los últimos meses he estado pensando mucho acerca de mi futuro y he tomado la decisión de que al final de esta temporada dejaré la Fórmula 1». Así comienza la columna que Felipe Massa escribió como cada semana en Motorsport.com, publicada minutos después de que él y su jefa, Claire Williams, comparecieran ante los medios para dar la noticia del fin de semana, de momento. El conductor brasileño ha puesto fecha de caducidad a su carrera como piloto de Fórmula 1 y tras más de dos décadas dedicado a las cuatro ruedas, se hace a un lado para dejar paso a la juventud. o a Jenson Button si se cumplen los rumores.

Felipe Massa es todo un clásico de la Fórmula 1 de este siglo. Los 'milenials' no conocen una fórmula 1 sin él, pero se quedó demasiado lejos de ser el heredero brasileño de Ayrton Senna. Tras sus primeros cuatro años en Sauber junto a Nick Heidfeld, Giancarlo Fisichella y Jacques Villeneuve, dio el salto a Ferrari. El sueño de su vida se estaba cumpliendo y el 'timing' no podía ser mejor: Rubens Barrichello, su mentor y buen amigo, dejaba Maranello. Michael Schumacher afrontaba sus últimos días como piloto de Fórmula 1 (o eso dijo) y compartieron equipo durante una temporada. Suficiente como para que el 'Kaiser' dejara en 'Felipinho' una impronta imposible de borrar. Massa se convirtió en su sombra, en su aprendiz y su indiscutible escudero, papel que aceptó con orgullo sabiendo que pronto llegaría su hora.

Ser precisamente el compañero del más grande (sus récords están ahí) le dio una imagen de segundón que vino refrendada en 2007, cuando un Schumacher jubilado dejó paso a Kimi Räikkönen. El finlandés venía a por todas y logró lo que muy pocos habían conseguido: ser campeón del mundo en su primer año en la 'Scuderia'. Massa, callado pero confiado, decidió que en 2008 había llegado su momento. Pocos pensaban que, el 2 de noviembre de 2008 dejaría la que para muchos (incluido Bernie Ecclestone) es la mejor imagen de la historia de la Fórmula 1.

Campeón durante 39 segundos

La carrera de Felipe Massa queda marcada por dos momentos: el GP de Brasil de 2008 y el de Hungría de 2009. En ambos casos, el brasileño fue víctima del desafortunado destino. Noviembre de 2008. Massa y un imberbe Lewis Hamilton llegaban en condiciones de proclamarse campeones del mundo. Interlagos era el escenario más propicio posible para convertirse en el primer brasileño después de Ayrton Senna en alzarse con el trofeo de rey del automovilismo.

Massa hizo lo que debía hacer. Con lluvia y en seco fue líder. La 'torcida' agitaba la bandera del 'Orden y Progreso' enfervorecida: su piloto ganaba el GP de Brasil. Las cámaras se fueron al 'box' de Ferrari: Luiz Antonio Massa y el resto de la familia se abrazaban hasta las lágrimas, saltaban y gritaban. hasta que un mecánico les sacaba de su error. La alegría había durado exactamente 39 segundos, los que tardó Lewis Hamilton en pasar a Timo Glock en la última curva y entrar en la quinta posición que le permitía adelantar en la general al brasileño. Las lágrimas de Massa al subir al podio fueron incontenibles. Su victoria, de manual. Su decepción, inmensa.

Mucho más grave fue lo ocurrido al año siguiente. Los inesperados BrawnGP de Jenson Button (quien suena como sustituto años después) y de Rubens Barrichello (a quien sustituyó) pugnaban por el título de campeones del mundo y Ferrari había comenzado su lenta pero progresiva decadencia (derivada en esquizofrenia) que aún dura hoy. Verano de 2009, Gran Premio de Hungría. Uno de esos que pasan sin pena ni gloria año a año, que no destacan por su espectacularidad, sino todo lo contrario, y mucho menos en los entrenamientos libres del viernes. Ahí fue donde un golpe de infortunio cortó la respiración a todos: en la zona más rápida del Hungaroring, un muelle de la suspensión del coche de Barrichello saltaba por los aires y le golpeaba directamente en el casco. Se estrelló sin remedio. Nunca volvió a ser el mismo.

Arrasado por Alonso

Entre 2010 y 2013 compartió equipo con Fernando Alonso. Su peor época coincidió con la de esplendor del piloto español y mientras este luchaba por las victorias a Massa sólo le quedaban unos pocos podios que rascar. Su salida hacia Williams en 2014 se hizo imprescindible, ya que en Ferrari nunca volvería a lograr su mejor nivel. Aquel «Fernando es más rápido que tú» de Hockenheim fue una puñalada, convertida casi en una burla constante, y le persiguió desde entonces.

Sus últimos coletazos en Williams no han dejado un mal sabor de boca, pero ya desde su marcha de Maranello huele a expiloto. Valtteri Bottas no le ha superado tantas veces como parece, pero a sus 35 años sabe que no va a volver a conseguir su nivel más alto. Como tantos otros de su generación, los que escalaron en las postrimerías del siglo XX hacia la Fórmula 1 del siglo XXI, Massa es consciente de que su tiempo ha pasado.

La elección de Monza, su segundo hogar deportivo, no es casual. Él mismo lo confesaba: «He elegido este lugar, Italia, porque hace 10 años Michael anunció su retirada y la única forma de quedarme en Ferrari es que él se fuera, porque Kimi ya había firmado el contrato. Decidió parar para darme una oportunidad». Una oportunidad que le dio sus mejores días, los de vino y rosas que acabaron teniendo espinas. Massa se irá de la fórmula 1 en su carrera 250. No fue uno de los más grandes, pero se lleva el cariño de sus compañeros y rivales sin excepción, y eso es algo que, para un hombre como 'Felipinho', vale mucho más.

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