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Stenson celebra el título.
Henrik Stenson consigue su primer grande con un golf de otro planeta
open británico

Henrik Stenson consigue su primer grande con un golf de otro planeta

El primer sueco en ganar un torneo de Grand Slam se ha tomado la revancha de 2013 en Muirfield, cuando quedó segundo detrás de Phil Mickelson

isabel trillo

Domingo, 17 de julio 2016, 20:48

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El 'links' escocés de Royal Troon le ha devuelto a Suecia lo que le negó en 1997, cuando otro sueco, Jesper Parnevik llegaba a la ronda final con cinco golpes de ventaja tras dos vueltas seguidas de 66 golpes. Pero Parnevik se confió, el viento comenzó a soplar y fue el americano Justin Leonard quien se llevó la Jarra de Plata con una vuelta final de 68 golpes, tres por encima del sueco que firmaba la peor vuelta de aquella fatídica semana: 73 golpes.

Diecinueve años después, otro sueco luchaba con otro estadounidense por la misma Jarra; pero esta vez, el que fuera número 1 de Europa en 2013 (cuando se le escapó aquel primer 'major'), no estaba dispuesto a dejarse ganar. Veinte torneos después, Stenson, con -20 y una última vuelta de 63 golpes (diez menos que los que sumara Parnevik en 1997), se coronó rey en Royal Troon.

La última ronda del Open Británico se convirtió en un mano a mano entre dos titanes, uno en busca de su segunda Jarra de Plata, el americano Phil Mickelson; y otro, tras su primer torneo de Grand Slam con la intención de colocar la bandera de Suecia en lo más alto. Más parecía un partido de 'Match-Play', como si fuera el preludio de la próxima y cercana Ryder Cup, que de la final de un 'major'. Si Phil embocaba un 'eagle', Henrik sumaba un 'birdie'; si Mickelson dejaba la bola a medio metro de bandera, allí ya le estaba esperando Stenson. O viceversa. El festival de 'putts' en los 'greens' fue lo nunca visto en una ronda final. Fue un espectáculo digno de las grandes citas, de los que hacen grande un 'major'.

Hasta el viento, que soplaba fuerte sobre Royal Troon desde primera hora de la mañana y que volvió loco a más de uno (entre ellos al novato Jon Rahm) se rindió ante estos dos monstruos y se quedó sin aliento ante la exhibición que estaban ofreciendo los golfistas.

Tomó la delantera el americano con el 'birdie' del primer hoyo, pero el sueco le dejó disfrutar muy poco, ya que le alcanzó en el 3. Luego se adelantó Stenson en el 8. Así siguió el pulso entre los dos, ajenos en lo que ocurría en el resto de partidos. Era como si el resto de jugadores no estuvieran allí o pelearan por otra cosa que no fuera la Jarra de Plata.

Tras el 'bogey' del Stenson en el 11 (por segundo del día, ya que ha hecho uno por cada medio recorrido), las fuerzas se volvieron a igualar en el marcador a -16. Aguantaría el veterano Mickelson hasta el 14, donde comenzó otro festival de 'putts' del sueco, que embocó desde más allá de la línea de cuatro metros para 'birdie' y Phil no pudo igualar la marca. Pero la puntilla definitiva llegó en el siguiente cuando el sueco embocó un 'canutazo' de más de 10 metros para el segundo birdie consecutivo. El americano no pudo hacer más que mirar y admirar el acierto de Stenson. Phil tuvo otra clara oportunidad en el último par 5 del día, el 15, con un 'eagle' en las manos que se le escapó por centímetros. El 'birdie' no fue suficiente para contrarrestar el de Henrik, que ya se había escapado con dos golpes de ventaja.

La suerte del ganador hizo su aparición en el hoyo 18 cuando la bola de Stenson desde el 'tee' se quedó a medio metro de caer en uno de los terroríficos y profundos búnkers de calle que le hubiera dado algo de oxígeno al estadounidense y que, quién sabe, si hubiera desembocado en play-off. Pero no fue así y respiró Stenson mirando a su caddie y casi sonriendo. Con dos de ventaja entró el sueco en el 'green' del 18 a recibir su primer grande: su primea Jarra de Plata. Aunque no conforme con el resultado, se despidió con un enorme 'birdie' al 18 que levantó al público de sus asientos e instauró un nuevo récord de 264 golpes (-20). Pocas veces en la historia de un 'major' se ha visto a un perdedor presentar una tarjeta de 65 golpes (-17). Nada que objetar a la segunda plaza de Mickelson, que se dejó parte del alma en Troon. Claro que enfrente tuvo al calculador y frío Stenson: 63 golpes para ganar. De otro planeta. Sin duda, Henrik Stenson es el gran favorito para ganar una medalla de oro en los próximos Juegos Olímpicos de Río y rubricar un año glorioso. Si despliega un juego similar eclipsará las ausencias con un golf estratosférico.

Los españoles en el Open

La actuación de los españoles en esta 145 edición del Open Británico ha estado marcada por otra excelente posición de Sergio García, que terminó quinto. Prácticamente la mitad de los Open que ha jugado (20, sumando los dos primeros que era amateurs) ha terminado entre los diez primeros (nueve). «Siempre es agradable terminar entre los primeros. Quinta es una buena plaza y lo único es seguir trabajando para ponerme a buen nivel y quizá algún día caiga una victoria y si no, no pasa nada», comentó el castellonense al término de su ronda de 69 golpes que con -4 le empató en la quinta posición con Rory McIlroy y Tyrell Hatton.

Miguel Ángel Jiménez lo intentó. Una décima plaza le hubiera clasificado matemáticamente para el Open de 2017 en Royal Birkdale, donde comenzó su andadura por el grande, pero terminó en el puesto 18 de tabla al par del campo, el segundo mejor español. «Ha sido muy emocionante llegar al 18 y sentir el calor del público. Aquí siempre me emociono, se me pone la coleta de punta», dijo el malagueño. «Ha sido una pena los dos últimos 'bogeys': el 15 y el 17. Los 'birdies' del 16 y 18 no han sido suficientes. Al menos, al público que estaba en la grada le he dado una alegría de un 'birdie'. Y a seguir trabajando», comentó el de Churriana, quien la semana que viene afrontará otro grande, el Open Británico sénior, en la costa opuesta, en Carnoustie. Terminó en el puesto 18º, con el par del campo.

Rafael Cabrera Bello tuvo un mal día, además de que su vuelta coincidió con la peor parte del día con vientos muy fuertes y lluvias intermitentes. Pero al menos se llevó la alegría del 'eagle' al 16. Y el debutante Jon Rahm se fue con la lección aprendida para otros Open. «Aquí todo es cuestión de veteranía y saber dónde colocar la bola», reconoció.

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