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Almaz Ayana posa ante el marcador que indica su récord
Ayana asombra en la final de 10.000 más rápida de la historia
ATLETISMO

Ayana asombra en la final de 10.000 más rápida de la historia

La mejor carrera de la historia en esta distancia encumbra a la fondista, que paró el cronómetro en 29:17.45

S. D.

Viernes, 12 de agosto 2016, 18:15

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Un récord del mundo, una plusmarca del continente americano, ocho registros nacionales y 18 marcas personales entre las 35 atletas que llegaron a meta. El atletismo entró a lo grande en los Juegos de Río en los Juegos Olímpicos de Río, con la mejor carrera femenina de 10.000 metros que se recuerda. Una locura con dos grandes protagonistas, la keniana Alice Aprot Nawowuna en el papel de lanzadora y la etíope Almaz Ayana en el de nueva plusmarquista mundial de la distancia. El ritmo que propusieron las dos atletas una parte para cada una se saldó con un crono de 29.17.45, una barbaridad que borró de las listas mundiales a la china Junxia Wang atleta del ejército de Ma Junren y su sangre de tortuga, que en 1993 paró el crono en 29.31.78. 14 segundos, un mundo en el atletismo, que llevó a la etíope Ayana (21-11-1991) a una nueva dimensión en el fondo mundial, al ser la primera atleta que rompe las barreras de los 29.30 y 29.20.

Poco le importó a Ayana que fuera horario matinal y que el estadio no ofreciera su mejor imagen, con las gradas semivacías por la hora y la lluvia. Aprovechó a la perfección la decisión de Alice Aprot de romper la carrera desde la salida para irse con ella y poner contra las cuertas a la gran favorita, su compatriota e ídolo Tirunesh Dibaba, que probablemente esperaba unas condiciones de carrera más favorables para tratar de sentenciar en el tramo final. Pero la keniana tiró como si no hubiera un mañana hasta el 5.000 que pasó en 14.46, lo que anunciaba grandes cosas a poco que se mantuviera el ritmo de carrera. Y vaya sí se mantuvo. Ayana pasó al mando y comenzó a clavar parciales asombrosos por debajo de 2,55 el kilómetro (2,50 del quinto al sexto) mientras doblaba sin piedad a la mayor parte del pelotón de 37 atletas que tomaron la salida.

Asombro mundial

En meta, lo nunca visto. 14 segundos de margen para batir un record mundial que duraba 23 años, plusmarca nacional de Kenia para Cheruiyot con 29.32.53, marca personal para la derrotada Dibaba y la cuarta plaza probablemente más injusta de la historia para Alice Aprot Nawowuna, que se quedó sin premio después de romper con amplitud la barrera de los 30 minutos 29,53 una marca que la hubiera subido al podio en el 99% de los casos... Además, hubo récord de América para Molly Huddle con 30,17, y nuevas plusmarcas nacionales de Etiopía, Kenia, Estados Unidos, Suecia, Burundi, Grecia, Kazajistán y Uzbekistán.

LAS CIFRAS

11-Récord del mundo, logrado por Ayana con 29,17,45, que rebaja en 14 segundos el anterior.

8-Marcas nacionales de Etiopía, Kenia, USA, Suecia, Burundi, Grecia, Kazajistán y Uzbekistán.

1-Récord de América, gracias a la marca de la estadounidense Molly Huddle.

18-Marcas personales entre las 35 atletas que alcanzaron la meta en la final de 10.000 metros.

Y todo en el segundo diezmil en la carrera deportiva de Ayana. Pero eso no significa que la etíope sea una desconocida. El pasado año fue campeona del mundo de 5.000 metros en Pekín, en una actitud que recuerda a lo que hizo en Río, ya que aventajó en 18 segundos a Sembere Teferi y Genzebe Dibaba. Y además, esta temporada ya asombró en el mitin de la Diamond League de Roma, donde Roma, marcó 14.12.50, la segunda marca más rápida de todos los tiempos, solo por detrás de la de Tirunesh Dibaba, que ostenta el récord mundial en la distancia desde 2008 con 14.11.15. Faltaba por conocer su adaptación a los 10.000 metros, pero después de lo visto, se podría decir que no ha tenido demasiados problemas...

Entrenada por su marido

En sus inicios, Ayana fue especialista en 3.000 metros obstáculos y fue quinta en el Mundial junior de 2010 en la distancia. Pero fue su marido Soresa Fida, un especialista en 1,500 metros que llegó a hacer 3.34, el que la animó a probar en el 5.000. Así que dejó su «primer amor», como denomina a los obstáculos, para empezar a crecer en la distancia de la mano de su esposo, que se convirtió también en su entrenador. «Desde que me entrena he encontrado muchos beneficios. El adapta a mi gusto los entrenamientos, y me cuida y me guía tanto en mi vida profesional como personal», declaraba la atleta en una entrevista a la IAAF.

En 2013, con apenas 21 años, fue tercera en los 5.000 metros en el Mundial de Moscú. «Competir en un Mundial y nada menos que en el Estadio Olímpico de Moscú fue, hasta el momento, lo más emocionante de mi vida», declaró poco después Ayana, que en 2014 dejó por fin atrás las pruebas de obstáculos para centrarse en la distancia que le llevó a acumular grandes resultados, como los de 2015 y los de la presente temporada, que le han dado el respaldo económico para vivir junto a su marido. «Pasé mucho tiempo en una pequeña habitación alquilada, pero el dinero de las competiciones me ha permitido comprar mi propia casa para vivir con Soresa».

Él se encarga de diseñar su plan de trabajo, que suele oscilar entre 150 y 200 kilómetros semanales a casi 3.000 metros de altitud, cerca de la capital Addis Abeba, pese a que ella procede de la región de Oromia, la misma que su referente Tirunesh Dibaba, a la que ayer batió sin contemplaciones. Referente pero no rival, porque como ella declaró en una entrevista, «mi gran rival es el crono». Sin duda, el gran derrotado de la final.

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