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Los jugadores del Leganés celebran la permanencia.
La salvación del Leganés, un logro con muchos responsables
jornada 37

La salvación del Leganés, un logro con muchos responsables

El matrimonio que componen Felipe Moreno y Victoria Pavón decidieron hacerse cargo del club en uno de sus momentos más delicados y lo llevaron a Primera

efe

Lunes, 15 de mayo 2017, 14:25

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Tres años pueden parecer poco pero al mismo tiempo ser un mundo, la diferencia entre batirse el cobre en la exigente fase de ascenso a Segunda División y celebrar la salvación en Primera después de empatar en San Mamés.

El Leganés concentra demasiadas alegrías en poco tiempo y casi sin hacer ruido ha construido la etapa más gloriosa de su historia dando pasos en firme y hacia adelante con el transcurrir de cada temporada.

Siempre sabiendo quién es y dónde está, sin pisar a nadie por el camino. Humildad, perseverancia, hambre y espíritu competitivo son los pilares de un equipo que demuestra que con voluntad de prosperar y una buena gestión se puede alcanzar la cima.

Buscar un culpable de todo lo que ha sucedido serían tan difícil como injusto porque desde el palco hasta el verde existe una estructura con pocas grietas unida de manera firme por las ansias de dejar huella.

Para empezar nada sería posible sin la iniciativa del matrimonio que componen Felipe Moreno y Victoria Pavón, quienes decidieron hacerse cargo del club en uno de sus momentos más delicados. Cuando los problemas económicos apretaban, fueron los que salieron al rescate para darle el aire que hacía falta.

Ellos se encargaron de acercar a la gente de la localidad el escudo que les representa y al mismo tiempo revistieron a éste con un barniz familiar que le permite brillar desde la más absoluta normalidad.

De hecho uno de los hijos de ambos, también llamado Felipe, ha sido clave en las incorporaciones trabajando codo con codo junto a Chema Indias y teniendo ambos en cuenta la opinión del técnico Asier Garitano.

Ese entendimiento ha propiciado una política de fichajes centrada en traer a futbolistas con ganas de reivindicarse, comprometidos sobre el césped y no exentos de calidad. En esa línea uno de los grandes aciertos ha sido tender puentes con el Athletic de Bilbao, lo que ha permitido un constante flujo de jóvenes salidos de Lezama con rumbo a la localidad madrileña durante las últimas campañas.

Así se han acumulado los aciertos en verano y también en el infravalorado mercado de invierno. El aprovechamiento de un periodo que muchos consideran de emergencia ha sido clave esta campaña al aterrizar refuerzos importantes como Erik Morán, Nabil El Zhar, Tito, Alberto Bueno, Nereo Champagne, Samu García o Dimitrios Siovas.

Sin embargo de poco sirven los nombres si estos no se adaptan al lugar. De ello se ha encargado el cuerpo técnico liderado por Asier Garitano, un entrenador desposeído de ínfulas capaz de motivar a todo el que pasa por sus manos. Desde que se sentara en el banquillo siempre se han mejorado los resultados del año anterior.

Hábil a la hora de plantear los partidos, no podría ejecutar sus planes si no fuese por los futbolistas. Encabezados por el capitán Martín Mantovani, defensa argentino que ha vivido en primera persona el tránsito desde la Segunda B, todos forman un conjunto caracterizado por su increíble capacidad para competir en cualquier campo y circunstancia. Rara vez alguien baja los brazos.

Para transmitir todos estos valores de puertas afuera es esencial el papel llevado a cabo por el departamento de comunicación. Liderado por Dani Abanda y con el apoyo de la agencia Hugin&Munin, encargada de los famosos carteles online, han conseguido que la entidad resulte agradable al público en general y al de la localidad madrileña en particular.

Así son muchos los aficionados que se han ido enganchando a lo largo de los últimos años, convirtiendo Butarque en un campo incómodo que ha llevado a los suyos en volandas cuando más lo han necesitado.

De esta manera no hay un factor diferencial que convierta al Leganés en lo que es hoy en día, cada uno tiene en mayor o menor medida su parte de responsabilidad. Pero todos disfrutan de un éxito cuya receta es sencilla, trabajo y humildad.

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